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28 Mayo

Anguita proclama la igualdad de todas las autonomías y reivindica un Estado federal

Todas iguales. Las comunidades deben ser iguales en derechos y en deberes. Julio Anguita, coordinador general de Izquierda Unida, reivindicó ayer en Santander un Estado federal.Y anunció que exigirá un referendum popular en 1996, año en el que debe revisarse el Tratado de Maastricht. Anguita volvió a explicar su idea de la economía, atacó a los medios de comunicación y no quiso entrar en la polémica en torno a los proyectos fiscales del PP.Anguita aguanta muy mal el calor. Ayer se paseaba serio y nervioso por el pequeño recinto que delante del escenario se reserva a oradores y periodistas.

Mañana de domingo y sol. Casi huele a mar. Algo más de mil personas arregladas como para ir a misa se han juntado en la plaza de Juan Carlos I, antes del Reenganche, en Santander, la única región donde IU tiene claro con quien no pactará tras el 28-M: con Juan Hormaechea.

Anguita aseguró que dejaba en aquel momento sus carnés del PCE y de Izquierda Unida para "hablar, como si estuviera tomando un café, con todos esos que me dicen que están de acuerdo conmigo pero no me votarán. Hablaré con tranquilidad y sin exaltarme".

Como en anteriores ocasiones, impartió un curso acelerado de economía aplicada. Bien es verdad que su propósito didáctico le hace perder rigor. Expone su doctrina con un lenguaje más sencillo que el mecanismo de un botijo y lo mismo defiende la producción estrictamente nacional, como la solidaridad económica o la competitividad con el extranjero.

Así que, a veces, resulta difícil compatibilizar esa defensa del pleno empleo con los ataques a las redes de comercionalización que hacen subir los precios de los tomates. Difícil compatibilizar la llamada a la modernidad y a la calidad con la evocación de una economía direcia, simple y planificada.

Pero en fin. Anguita lanza mensajes muy directos. Habla de esos hijos que "se casan y tienen que quedarse con papá y rnamá". La gente asiente y dice que es verdad, claro. Y menciona a los abuelos a los que se mantiene en casa más por su pensión que por cariño.Anguita habla de empleo precario, de la barbaridad de la prejubilación a los 50 años, de cierres de empresas y de privatizaciones y describe magistralmente escenas familiares en las que cada uno ve refleiada parte de su historia. Ése es el gran mérito de Anguita: su capacidad para llegar a las personas cómo un golpe directo en el estómago.

Y habla de otros líderes con respeto. "Yo no insulto a nadie". Y de los medios de comunicación, a los que imputa la responsabilidad de influir excesivamente en la gente, de embrutecerla, de crear confusión.

Ayer, Anguita contó con el apoyo de Isabel Villalonga, que acudió presurosa a Santander a la llamada de su líder. Isabel, pálida y elegante, explicó que el debate sobre la presencia de mujeres en las listas de IU tuvo su momento y su lugar. Pasado éste, la lealtad obliga.

La verdad es que el apoyo, en imagen al menos, duró lo mismo que la conferencia de prensa. Luego, en el mitin, Villalonga no estuvo en la zona reservada a los dirigentes. Se la vio, fugazmente, entre el público, muy seria y muy sola.

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