El misterio de Godoy
Villaviciosa rehabilita la casa palacio del valido de Carlos IV
El Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón (16.000 habitantes) además de inaugurar la semana pasada la restauración de un viejo edificio del siglo XVI, descubrió un misterio secular. Nadie sabía a ciencia cierta por qué en Villaviciosa denominaban Casa Palacio de Godoy a un gran caserón abandonado situado en el centro del pueblo. "Se comentaba que había sido propiedad de este ministro de Carlos IV, pero nunca se encontraron documentos que lo atestiguasen", reconoce la alcaldesa Pilar Martínez, del PP. Una laboriosa investigación cerró este capítulo de la historia local.
Hace nueve años, el Ayuntamiento, que en aquel momento acababa de adquirir la propiedad del abandonado edificio, se propuso revelar el misterio de su nombre. Los técnicos municipales rebuscaron en bibliotecas y archivos de media España. En el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid encontraron un documento de compra de la casa, fechado en 1800, en el que Manuel Godoy había estampado su firma.
"Fue una gran alegría descubrir que la tradición popular no estaba equivocada. Había muchas presiones de los historiadores para que cambiásemos de nombre el edificio. Decían que esta casa había sido habitada por gente más importante que Godoy, y que, por lo tanto, el nombre popular no era correcto
Confirmado el nombre, comenzaron los trabajos de rehabilitación del edificio. Los expertos municipales hallaron pistas de su primitiva fisonomía en América.
Tuvieron que pedir al Museo Vanderbilt de Nueva York las fotografías de unos óleos del siglo XVIII donde se reproduce perfectamente la silueta de la casa palacio. "Nos costó bastante convencer a los responsables del museo americano de que los cuadros que poseían no representaban paisajes venecianos [así se explicaba a las personas que visitaban el museo neoyorquino], sino a nuestro pueblo", relata la alcaldesa.
La Casa Palacio de Godoy, construida en el siglo XVI y utilizada como lugar de recreo por la nobleza palaciega durante siglos, ha recobrado su tradicional Fisonomía con 54 millones de pesetas de las arcas municipales. "Ningún organismo público quiso ayudarnos. Nos dijeron que era una casa cuadrada sin valor", recuerda Pilar Martínez. La edificación es un gran caserón castellano de dos alturas rodeado de jardines y árboles centenarios. En sus dependencias se ha instalado una sala de exposiciones, un café concierto, cinco aulas para la enseñanza musical, una fonoteca y despachos. "Los vecinos pueden aprender música, participar en tertulias o exponer sus trabajos", comenta la alcaldesa. La casa fue comprada por el Ayuntamiento en 1986.
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