Aznar afirma que no subirán los impuestos allí donde gane el PP

Los candidatos del Partido Popular a la presidencia de Castilla-La Mancha -José Manuel Molina- y a la alcaldía de Toledo -Agustín Conde- lo pudieron oír con toda claridad: "Aquí no se suben los impuestos", les espetó José María Aznar, ayudado por 30.000 watios de sonido y por los vítores de los 7.000 simpatizantes del PP, que abarrotaban la plaza de toros de Toledo. El líder popular instaba así a los candidatos de su partido a "apretarse el cinturón" y contener los gastos de las administraciones locales.Veinte minutos de discurso le bastaron y sobraron a José María Aznar para calarse hasta los tuétanos, bajo el inclemente martilleo de una de las escasísimas precipitaciones que ha conocido Toledo en los últimos meses. El líder popular hizo de tripas corazón y empezó su intervención preguntando a sus seguidores: "¿No queríais agua?". Pues ahí la tuvieron.

"Te queremos, te queremos", coreaban los simpatizantes.' "Ya lo sé, pero espero que me querais lo mismo seco que mojado", respondía Aznar. Y señaló: "Tras la tormenta viene la calma, que será la victoria del PP".

Por lo demás, José María Aznar eligió para su discurso un tono optimista, confiado y nada beligerante, con escasas referencias a los escándalos políticos y nulas menciones a las polémicas sobre las pensiones y el gasto social.

Si la lluvia pertinaz centró las bromas de Aznar, el escenario del mitin, la plaza de toros de Toledo, fue objeto predilecto de sus metáforas. El líder popular recordó que parar, templar y mandar son las tres artes claves de la tauromaquia y comparó las elecciones locales del 28 de mayo con el "buen pase de pecho" que debe conducir a la victoria de su partido en los futuros comicios legislativos que "rematarán la faena".

"¡Torero, torero!", le gritaba el público entregado, cuyas constantes interrupciones acabaron por impacientar a un Aznar empapado, que les pidió: "¡Dejadme seguir con la faena, hombre!".

Aznar y los dos candidatos locales, José Manuel Molina y Agustín Conde, concluyeron el acto saludando entre vítores y bajo la lluvia, acompañados por Isabel Tocino, que fue la única que tuvo la precaución de llevarse un chubasquero.