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PULPO Y PAN DE MAÍZ PARA TODOS

Desde hace cien años, la Feria de Mayo de Cacabelos, en el Bierzo leonés, congrega a miles de personas, interesadas unas en el precio de los équidos que allí se juntan y otras en degustar un plato de delicioso pulpo cocido en caldero de cobre y regado con aceite de oliva, acompañado, claro está, de un buen vino del año, de la zona, y pan de hogaza. Después de esto, un café y unas gotas de orujo nunca faltan. En la sobremesa, los ganaderos cierran tratos y se ajustan otros nuevos. La mejor yegua siempre es la de uno. Las hazañas del animal son contadas con tal imaginación que no parece que el protagonista fue ra el jamelgo sediento que espera. con mirada resignada al nuevo dueño. El octogenario Gerardo Menéndez acude cada año a Cacabelos desde Degaña para vender sus cestos de mimbre por poco más de 1.000 pese tas. Es su oficio desde los 11 años y no se ofende con los que practican el arte del regateo. Luis llega todos los 1 de mayo a la villa del río Cúa desde Salamanca. El joven. guarda en su furgoneta decenas de monturas hechas con piel de venado y be cerro: "No es lo mismo un pura sangre que un caballo de tiro", dice seguro de su afirmación para justificar el precio del género. Los aperos de pesca y de siega son los tenderetes más concurridos junto con los que aglutinan cascabeles y campanas para la vaca más bonita.- MARIFÉ MORENO,

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