De la gamberrada al intento de asesinato

Una sentencia de la Audiencia Nacional de 1990 contra cinco jóvenes de Durango (Vizcaya) detenidos tras unos incidentes callejeros, que fueron condenados a seis años por colaboración con ETA, cambió la actitud de los jueces hacia la violencia urbana.A partir de esa fecha, el fiscal de la Audiencia Nacional pidió el procesamiento de 14 presuntos integrantes de los comandos X, para los que pidió 122 años de cárcel como autores de 20 actos vandálicos.

La reacción de los jueces vascos empezó después, a raíz de los incidentes de la Semana Grande de Bilbao de 1992, por la que fueron juzgadas 11 personas, aunque sólo una, toxicómana, fue recluida para someterse a desintoxicación.

Mientras en San Sebastián. se están celebrando algunos de los 50 juicios pendientes por los sucesos de La Salve de 1993, en Bilbao ha sido juzgados recientemente los autores de la paliza al ertzaina Ander Susaeta. Pendientes del recurso, la Audiencia de Bilbao absolvió a 5 de los 17 acusados y condenó al resto a penas que van desde los tres meses a cuatro años y un día de prisión.

Sin embargo, es Guipúzcoa la provincia donde se han producido más procesamientos por algaradas callejeras. A los 70 procesados de los altercados de La Salve de 1993 hay que añadir 13 más por los incidentes del pasado año.

Las acusaciones más graves pesan sobre tres jóvenes de Jarra¡ acusados de intento de asesinato por el ataque con cócteles molotov contra una patrulla de la Ertzaintza en Rentería.