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Los 'locos de Dios' de Occidente

Sin duda habíamos olvidado o queríamos olvidarlo: el extremismo político-religioso reina también en nuestra sociedad. En las más sólidas de las democracias industriales. No es sólo patrimonio de algunos descarriados del islam o del ultraizquierdismó. Locos de Dios, sectas delirantes, cultos paranoicos dispuestos a usar la violencia al servicio de su causa -en general, un mensaje apocalíptico inmerso en un galimatías místico-político- han florecido también en nuestras orillas. ( ... ) Japón y Estados Unidos acaban de tener la cruel experiencia. ( ... ) Este extremismo interior -por oposición al terrorismo venido del exterior- no da menos miedo. Es incluso más inquietante que la amenaza extranjera. Porque estos grupúsculos no son a menudo más que el reflejo delirante, la expresión degenerada de los valores dominantes de las sociedades en las cuales aparecen. ( ... ) En este sentido, las sociedades industriales tienen sus integristas. Se puede decir que nunca han faltado iluminados que perpetren gestos tan aberrantes como los atentados de Tokio y de Oklahoma.Pero sorprende la mansedumbre de la que la secta Aum parece haberse beneficiado durante tiempo por parte de la policía. ¿Porque era un modelo exacerbado de organización autoritaria? Igual que en EE UU, donde los grupos de extrema derecha ( ... ) pueden haber sido alentados por el discurso irresponsable del Partido Republicano.

25 de abril

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