La izquierda italiana conquista 9 de las 15 regiones disputadas en las elecciones
, Lamberto Dini confirmó ayer que no dimitirá como presidente del Gobierno hasta que el Parlamento apruebe la reforma del sistema de pensiones, para lo cual, añadió, "hay tiempo hasta finales de junio". Silvio Berlusconi, el hombre que le nombró ministro del Tesoro, reitera, en cambio, que hoy reunirá a los demás líderes de la derecha para pedir al presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, elecciones generales inmediatas. Tras el anuncio oficial de que la izquierda se ha impuesto en 9 de las 15 regiones donde se votó el domingo, la petición de Berlusconi parece condenada al fracaso.
Hasta Berlusconi cayó en el silencio durante la tarde del lunes, a medida que el recuento de los votos confirmaba la victoria de la izquierda en Emilia-Romaña, Liguria, Toscana, Umbría, Marcas, Abruzos, Molise, Lacio y Basilicata.La derecha se imponía en el Véneto, Lombardía y Piamonte, gracias a que tanto la Liga Norte como Refundación Comunista habían presentado candidatos en competencia con los de la izquierda. Sólo Campañía, Calabria y Puglia, en el profundo sur, se confirman como feudos de Alianza Nacional (AN) y Forza Italia (FI). Por ello, los portavoces del Polo dejaron de decir que, si se hubiera votado también en Cerdeña y Sicilia, la victoria hubiera sido suya.
Gianfranco Fini, el líder de AN, desertó de las televisiones y de una rueda de prensa convocada por su partido, limitándose a reconocer, en un comunicado, una derrota gravosa: había anunciado que AN llegaría al 18% de los votos y sólo obtuvo el 14, 1 %. El portavoz de Berlusconi, Giuliano Ferrara, hablaba despectivamente de Rocco Buttiglione, que, del Partido Popular Italiano (PPI), sólo habría llevado a FI (22,4%) "el voto de su familia".
Moderación
Pierferdinando Casini, secretario del Centro Cristiano Democrático (CCD), la corriente minoritaria ex democristiana, que se ha consolidado con un 4% de los votos, razonaba que la clave del éxito es "la moderación", y que, al pedir las elecciones generales, el Polo debe evitar nuevos choques con Scalfaro.
Es obvio que la reunión del Polo convocada para hoy no será un simple amén a la prolongación de la batalla para anticipar el voto. Los ex democristianos seguirán barajando el relevo de Berlusconi como líder y agitando candidaturas alternativas, como la del ex fiscal Antonio di Pietro. Un portavoz de AN ha precisado que el liderazgo de Berlusconi no está en discusión, pese a los resultados electorales.
El Polo sabe que, como pronto, se votará en octubre y que para el 11 de junio está anunciado un referéndum sobre la reforma de las televisiones que puede privar a Berlusconi de dos de sus tres emisoras privadas. Massimo d'Alema, el líder del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), que ha salido de las urnas como primera fuerza política (24,6%), ofreció a Berlusconi negociar una ley para evitar la consulta. El propietario de Fininvest rechazó la oferta. Pero ahora que se descarta que un adelanto de las elecciones a junio evite el referéndum, puede cambiar de idea.
D'Alema sugirió ayer que mantiene su oferta de negociación. El líder del PDS es consciente de que de las urnas sale una Italia muy dividida y que no le resultará fácil negociar con la Liga Norte ni con Refundación Comunista. En esas condiciones, ningún bloque, puede tener clara la victoria.
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