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LA SUCESIÓN DE MITTERRAND

Jacques Chirac vuelve a ser de derechas

Jacques Chirac empieza a resituarse. La primera vuelta h *a demostrado el fracaso de sus esfuerzos por captar votos de la izquierda, y, ante la votación definitiva del 7 de mayo, dirigirá su campaña hacia la derecha. Pero el magma conservador es tan variado y es tan impenetrable la incógnita de hacia quién irán los votos del Frente Nacional que de momento sus asesores sólo han encontrado una, consigna: Chirac se presenta como "la única alternativa a 21 años de presidencia socialista". Su mayor preocupación es agrupar a todas las tendencias conservadoras en un programa coherente antes del debate televisado del 2 de mayo: las contradicciones ante las cámaras pueden pagarse muy caras.

Lo que parecía impensable ya no es imposible: a 14 años de François Mitterrand, podrían sumarse siete, o al menos cinco -si acorta, como promete, su propio mandato- de Lionel Jospin. Ese era el mensaje que difundían ayer los portavoces chiraquistas, que jamás habían previsto la posibilidad de afrontar la segunda vuelta por detrás de su rival. Ante la nueva situación, se ha impuesto un drástico viraje hacia la derecha. Chirac celebró anoche en Orléans (un centenar de kilómetros al sur de París) su primer mitin tras la votación del domingo, y dejó ver sus_ nuevas prioridades: orden público, control sobre la inmigración y soberanía nacional.El alcalde de París se paseó durante una hora por las calles de Orléans, una ciudad en la que el domingo quedó por detrás de Lionel Jospin, y estrechó miles (le manos. Luego acudió al Pala(.¡o de los Deportes local, donde, en compañía de conspicuos balladuristas locales -primera señal palpable de reconciliación- habló ante unas 4.000 personas. Su primer guiño, hacia los antieuropeos de Philippe de Villiers y los euroescépticos del movimiento gaullista: "Francia", dijo, "evaluará hasta junio los resultados de la supresión de fronteras intracomunitarias decidida en Schengen, y luego decidirá s se reinstalan o no los controles fronterizos".

"Amor a la patria"

Un segundo guiño hacia los electores tradicionales del Frente Nacional: ensalzó el "amor a la patria", dijo que los muchos votos recibidos por Jean-Marie Le Pen eran "comprensibles" dada "la situación de Francia", afirmó que se debía poner coto "enérgicamente" a la inmigración clandestina porque fomentaba la intolerancia, y defendió la necesidad de "una policía más numerosa y mejor preparada, dispuesta a actuar con todo vigor en las situaciones que lo requieran". Culpó de los problemas de la Francia. actual a François Mitterrand y los dos septeriatos socialistas, en los que enmarcó a su rival Jospin: "¿Dónde estaba Lionel Jospin todos esos años? En el poder, contribuyendo a repartir la escasez que los propios socialistas habían creado".

En el cuartel general de París, donde empezaban a acomodarse los vencidos barones balladuristas a la espera de un encuentro personal entre el alcalde de París y el vencido primer ministro que, por las condiciones, impuestas por uno y otro, cuesta de organizar, las huestes de Chirac seguían ayer divididas respecto a una cuestión crucial: ¿cómo captar los votos del Frente Nacional? El balladurista ministro del Interior, Charles Pasqua, que en ocasiones ha reconocido su afinidad a las tesis de la ultraderecha, se pronunció por ofrecer al partido de Jean-Marie Le Pen una reforma de la ley electoral: "Sería adecuado introducir una dosis de proporcionalidad", dijo,"para que todas las fuerzas políticas estén representadas" en la Asamblea Nacional. Esa es una vieja reivindicación del FN. El criterio mayoritario mantiene a los neofascistas fuera del Parlamento. Con un sistema proporcional, el FN tendría un buen número de escaños y adquiriría una cierta respetabilidad.

El ministro de Industria, Alain Madelin, chiraquista fiel, expresó una opinión contraria a la de Pasqua: ninguna oferta al FN. "Los consejos de Pasqua son valiosísimos", ironizó ayer, ya se ha visto lo mucho que le han servido a Balladur". Alain Juppé, ministro de Exteriores y primer ministro in pectore- de Chirac, dijo a su vez que se debería "apelar a quienes han votado al -FN y hablar de sus inquietudes, ofrecer soluciones al paro, a la inseguridad ciudadana y a la inmigración ilegal, pero sin buscar connivencias con los dirigentes del Frente".

Otros, como Philippe Séguin, presidente de la Asamblea Nacional, mostraron su temor a que el abundante voto obrero recibido por el FN, se volcara a favor de Jospin, y se apresuraron a denunciar los elogios dirigidos hacia Jospin por Le Pen: "Es un hombre decente y parece incorruptible", dijo el líder neofascista del candidato socialista.

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