Balladur, ayudará a derrotar a los socialistas

ENVIADO ESPECIAL Édouard Balladur, expulsado el domingo de la carrera presidencial por Jacques Chirac, anunció ayer ante unos mil responsables de su campaña que seguirá en política y que ahora el objetivo prioritario es evitar que los socialistas logren un tercer septenato en el Elíseo. "Hay que dominar los sentimientos", dijo a sus fieles antes de pedirles de nuevo que voten a Chirac, tarea que casi todos realizarán tapándose la nariz.El primer ministro se lanzó a la carrera presidencial desafiando al aparato gaullista y ha pagado con la derrota, pero ha demostrado que su modesto programa de cambio tiene atractivo para seis millones de electores. Una fuerza -suficiente como para caer en la tentación de formar un partido- con la que Chirac tendrá necesariamente que contar. Balladur se hizo ayer el mártir e insinuó que había pensado en abandonar y tras anunciar entre aplausos y vivas que lo había desestimado se lanzó a la ofensiva: "Conservaré mi puesto en la vida política nacional e intentaré jugar un papel en ella".Lo primero va a ser unir fuerzas con Chirac "para que no haya un tercer septenato socialista". Tendrá que vencer muchos recelos de sus seguidores, que piensan en contrapartidas a cambio de ese apoyo: ministerios en el futuro Gobierno.

Balladur va a poner sobre la mesa su programa electoral y espera que Chirac lo asuma para consolidar el potencial electoral de la mayoría. La idea de crear un partido, que rondaba en algunas cabezas, quedará para más adelante. "La segunda vuelta se presenta muy difícil y ahora lo responsable es ganar", dijo su portavoz y ministro de Hacienda, Nicolas Sarkozy.