Un hurra por
Rosa Montero y su artículo del 9 de abril pasado. ¡Tanta razón tiene afirmando lo ridículo de la palabra "hombre" usada como genérico! Eliminemos las discriminaciones lingüísticas de una sociedad patriarcal y machista. Debemos sustituir aquélla por las que acertadamente propone y exclamar, en vez de "¡hombre!", ¡ser humano!", y citar, por ejemplo, "la persona es un lobo para la persona". Pero no sólo eso, sino, coherentemente, eliminar el mismo uso genérico machista en los oficios (por ejemplo, "seres ceramistas", en vez de "alfAreros"), e incluso en los animales cuando existe término masculino y femenino para una especie ("ser canino", "ser caballar"). Aunque, siendo justos, tendríamos que corregir también otros desvaríos de la lengua, diciendo, por ejemplo, en el caso masculino, "atleto" y "autodidacto" (forma que aparece ya repetidamente en este diario). El único peligro que puede haber es que después los, radicales citados en el artículo pretendan escribir "ser humano/ a" (o, mejor aún, "ser humana/o") y "persono".Ignoro si lograremos así transformar la realidad, pero lo que sí es seguro es que habremos dado un paso de gigante... hacia la gazmoñería, con el inmenso beneficio de dejar tranquilas nuestras conciencias.-
