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La caída de la fertilidad masculina, atribuida a pesticidas y otros productos

, La infertilidad en la pareja es actualmente en una cuarta parte de origen masculino, frente a un 10% de hace pocos años. Un nuevo informe danés confirma que los xenoestrógenos (productos químicos que imitan las acciones de las hormonas predominantemente femeninas, los estrógenos), son los responsables de la concentración decreciente de espermatozoides en el semen y de otros desórdenes del sistema reproductor masculino. Estos productos se encuentran en muchos pesticidas y otros compuestos químicos.

[Los xenoestrógenos se han relacionado también recientemente con la epidemia de cáncer de mama en los países desarrollados].

La revista The Lancet. apoya el nuevo informe que publica y en un editorial afirma que el declive en la salud reproductora masculina debe ser objeto de preocupación internacional. Lo que es particularmente preocupante, señala la revista, es que "defectos que pueden ser inducidos en los bebés que ahora nacen por los xenoextrógenos u otros compuestos pueden no manifestarse durante 20 a 40 años"

Etapa fetal

Los problemas del aparato reproductor masculino parecen tener su origen en la etapa fetal y las anormalidades que se manifiestan ahora, como el declive en el número de espermatozoides y el aumento tanto del cáncer de testículos como de anomalías estructurales se originaron probablemente hace entre 20 y 40 años.

Una teoría es que se modifican las células de Sertoli presentes en los testículos, fuente natural de estrógenos y reguladoras de otras hormonas necesarias para el desarrollo del aparato reproductor masculino. Esto dificultaría el descenso de los testículos y aumentaría el riesgo de cáncer. Una menor producción de estas células hasta la pubertad, cuando se estabiliza su número, daría lugar a una menor producción posterior de espermatozoides.

Fue el especialista danés Niels Skakkebaek el primero que llamó la atención sobre el hecho de que la concentración de espermatozoides ha disminuido de forma drástica en los últimos 50 años en Dinamarca. Según sus investigaciones, este número disminuyó de 113 millones por mililitro de semen en un individuo sano medio en 1940 a 60 millones en 1990.

Sin embargo, existen diferencias geográficas, porque Imentras que el análisis de muestras de bancos de semen en París y en Escocia ha mostrado tendencias similares1o se ha observado lo mismo en Finlandia.

En un artículo en la misma revista publicado hace dos años Skalkkebaek y Richard Sharpe, de Edimburgo, propusieron la hipótesis del estrógeno. El nuevo informe confirma sus sospechas.

La dieta moderna occidental es una de las fuentes probables de ingestión de estrógenos. Baja en fibra y alta en grasa y carbohidratos refinados puede alterar la forma en que los estrógenos son procesados por el cuerpo, de forma que una mujer embarazada de un feto masculino se vea expuesta a niveles más altos que antes.

Sin embargo, según el nuevo informe danés, el problema mayor es la contaminación ambiental. Muchos de los productos químicos que se han inyectado en el ambiente durante los últimos 50 años tienen efectos estrogénicos débiles y además permanecen durante muchos años. La lista es enorme: los pesticidas organoclorados (como el DDT, que se dejó de utilizar en los años sesenta, el aldrin y el dieldrin), los policlorobifenilos (PCBs), las dioxinas, los furanos, los polietoxilatos, y los fitoestrógenos (derivados de las plantas). Los más alarmante es que no se conocen sus efectos.

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