Con el control fue suficiente
Primer tiempo. Dio la sensación que un solo equipo había saltado al terreno de juego. El Atlético Regaba con facilidad. Desbordaba y creaba ocasiones claras de gol. Su inicio demostraba la gran concentración con la que intentaba afrontar el encuentro. Sus jugadas eran rápidas y muy bien canalizadas desde su defensa. Cuando se le acabó la fuerza de su ímpetu dio oportunidad a que su rival comenzara a controlar el balón. En pocos minutos cedió toda la iniciativa. Ya no tenía oportunidad de crear peligro. Ahora era el Madrid quien llegaba á la portería contraria:. Poco a poco envolvió al Atlético y no lo dejó respirar. Se jugaba siempre en campo colchonero. Pronto llegó el gol, los delanteros madridistas no necesitaron tantas ocasiones como sus rivales para conseguir adelantarse en el marcador.Segundo tiempo. Después de pasar por el vestuario los jugadores madridistas salieron con la creencia de haber conseguido ganar el partido. Dejaron que el tiempo transcurriera. No intentaban solucionar el partido. No buscaban la portería contraria. Se sentían tranquilos, porque no sufrían peligro. Estuvieron a punto de perder el dominio del partido. Sólo se salvaban porque al Atlético le costaba mucho trabajo inquietar a Buyo. Pasaron los minutos y era el Atlético el único que intentaba conseguir un gol. Sus delanteros no eran capaces de culminar ninguna de sus jugadas, pero estuvieron cerca en varias ocasiones. Al final fue el Madrid quien logró el segundo tanto, dejando de esta manera el partido prácticamente solucionado.
Miedo. Le costó al Madrid sacudirse el peligro que creaba el Atlético en el inicio del partido. Lo consiguió a base de robar el balón a su rival, de meter la pierna en todas las jugadas, de anticiparse y provocar la entrada tardía de los defensores rayados. En el segundo tiempo esto no sucedió. Los madridistas cogieron miedo a las entradas de los zagueros contrarios. No querían recibir más golpes de los necesarios. Ya no metían el pie para recuperar balones. La posición del esférico comenzaba a convertirse en propiedad del equipo local. Daba la sensación de que con lo conseguido hasta ese momento era suficiente. También de que los defensores atléticos repartían más dureza de la necesaria. Sus acciones, en ciertos momentos, parecía que buscaban más el cuerpo que el balón. Creo que la jugada del primer gol se podría haber evitado si López en vez de buscar el pie de Laudrup hubiese tenido intención de cortar el pase. La mejor manera de ganar un partido no es sólo asustar al contrario, además es necesario saber qué hacer con el balón cuando se tiene entre los pies. Quizá esto último sea lo más difícil para algunos jugadores.
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