El presidente quiere irse pronto
François Mitterrand no quiere apurar su mandato hasta el límite. En lugar de esperar al 20 de mayo, fecha en que concluye oficialmente su segundo septenato, el presidente prefiere irse del Elíseo en cuanto esté elegido su sucesor. Como la segunda vuelta se dirime el 7 de mayo y el Consejo Constitucional necesitará unos días para verificar el recuento y dar por definitivo el resultado, la fecha del lunes 15 de mayo parece la más probable para la transmisión de poderes.La ceremonia de traspaso no está aún decidida. Dado que Georges Pompidou murió durante el mandato, no existe otro precedente en la V. República que el de Valèry Giscard d'Estaing, quien esperó a Mitterrand en el umbral del Elíseo, le entregó unas llaves y los códigos nucleares, le mostró la caja fuerte y, tras una brevísima conversación, salió a pie de palacio y se marchó paseando, solo, por las calles de París.
Mitterrand quiere irse "de forma modesta", según sus colaboradores, pero no tanto como su antecesor. Tampoco desea la pompa de René Coty, el último presidente de la IV República, que desfiló espectacularmente por los Campos Elíseos en compañía de su sucesor, el general Charles de Gaulle. Lo que está claro es que Mitterrand presidirá junto a Bill Clinton y otros jefes de Estado la gran ceremonia parisina del 8 de mayo, cincuentenario del fin de la II Guerra Mundial en Europa. Tendrá a su lado a su sucesor, ya elegido aunque no nombrado, pero la preeeminencia será suya. Si gana las elecciones uno de los dos candidatos gaullistas, Jacques Chirac y Édouard Balladur, no habrá problemas de protocolo: ambos asistirán de todas formas a las ceremonias, uno como alcalde de París y otro como primer ministro.
