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Entrevista:

Hubieramos querido coger a Roldán con procedimientos más ortodoxos"

Ángel Olivares, burgalés de 40 años, 10 meses al mando de la policía, ha visto cumplido su objetivo: capturar a Luis Roldán. Odia que se esté presentando como una chapuza esta operación, que él califica de "brillante" y en la que, según dice, "la policía arriesgó mucho".

Ángel Olivares se casó en Burgos hace diez días, nada más ser interrogado por el juez Baltasar Garzón en relación con la operación de captura de Luis Roldán. Pero no ha podido disfrutar de luna de miel. Más bien al contrario: vive una luna de hiel, envuelto en una dura polémica con el juez, defendiendo a capa y espada el secreto profesional de los cinco policías que se hicieron cargo del ex director de la Guardia Civil en Bangkok. Y, además, la polémica sobre la escolta de los ex policías Amedo y Domínguez.

Pregunta. ¿Hay guerra entre la policía y Garzón?

Respuesta. No existe una guerra. Pero cuando ha habido algunas discrepancias, yo me he visto obligado a explicar a la opinión pública cuáles han sido las actuaciones de la policía.

P. Sin embargo, estos días ha habido entre usted y Garzón más de un encontronazo por la protección de José Amedo y Michel Domínguez.

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R. Sí, nosotros hicimos un informe a la juez de Vigilancia Penitenciaria dando cuenta de la tensión a la que. estaban sometidos los equipos de protección de Amedo y Domínguez porque éstos no estaban colaborando para tener una protección eficaz. La protección implica voluntariedad de la persona a proteger y que colabore con los policías que prestan ese servicio.

P. ¿Cómo surgió el problema con Garzón?

R. Nosotros expusimos que teníamos dificultades para proteger a Amedo y Domínguez por el régimen de vida que llevaban. Noso tros consideramos que el estilo de vida de Amedo conllevaba la falta de colaboración entre él y sus escoltas. A consecuencia de aquello, la juez de Vigilancia Penitenciaria nos pidió un informe, sobre los ho rarios de regreso casa de Amedo y Domínguez y si se cumplían las condiciones establecidas en el auto de concesión de su permiso extra ordinario [para que no fueran a pernoctar a la prisión].

P. ¿Pero por qué se organizó el follón con Garzón a raíz de hacerse ese informe?

R. Si a un profesional de policía se le preguntara si es más fácil proteger eficazmente a una persona en su domicilio o un centro penitenciario, la respuesta es concluyente: es mucho más fácil en un centro penitenciario que en el domicilio. Nosotros vamos a cumplir con la. orden de proteger a Amedo y Domínguez, pero pondremos de manifiesto cuáles son los problemas que tenemos para hacerlo.

P. ¿Podrían renunciar Amedo y Domínguez a la escolta?

R. Desde mi punto de vista, perfectamente. A nadie se le puede obligar a tener protección. No conozco ninguna normajúridica que obligue a aceptar ser protegido.

P. ¿Han sugerido Amedo y Domínguez su deseo de que se les retire la escolta?.

R. En ningún momento, salvo cuando han eludido a los policías de protección porque han salido fuera de sus domicilios sin haberlo comunicado previamente. Por tanto, Amedo y Domínguez han omitido las obligaciones que asumen aquellas personas que quieren tener protección.

P. Ustedes se quejan de que Amedo se va de copas y de que Domínguez hace una vida muy rutinaria.

R. Sí, a Domínguez le hemos recomendado que varíe de hábitos porque una conducta muy rutinaria pone en peligro su propia seguridad.

P. ¿Y les ha hecho caso?

R. No ha hecho ningún caso. Esperamos que se adopten las medidas necesarias para que él colabore activamente con sus escoltas. Porque no sólo estamos hablando de la protección de Amedo y Domínguez, sino que su conducta compromete también la seguridad de los policías que les protegen.

P. De eso podría deducirse que ambos son unos temerarios o bien que ellos creen que no hay ningún peligro para su vida ¿no?

R. No lo sé, puede haber un poco de todo.

P. ¿Alguno de esos escoltas le ha pedido a usted ser relevado?

R. Nosotros les sustituimos periódicamente, lo cual no es habitual en un servicio de protección. No es un servicio que ningún fun cionario pida voluntariamente, por las dificultades que digo. Cualquier protegido sabe que te ner escolta policial implica una servidumbre. Y si esa carga no se asume, se pone en peligro a terceras personas.

P. ¿Usted discute el régimen penitenciario de que disfrutan ambos ex policías?

R. En absoluto, aunque técnica y profesionalmente es más fácil protegerlos en un centro penitenciano que si duermen en sus domicilios.

P. ¿No será que a la policía le interesa que Amedo y Domínguez regresen a la cárcel y no sólo por meras razones de seguridad?

R. No tenemos ningún interés en que la juez adopte una decisión u otra.

P. ¿Y no hay un deseo de revancha de que Amedo y Domínguez vuelvan a prisión por el hecho de que hoy haya presos varios destacados policías a consecuencia de sus declaraciones en el caso GAL?

R. No, en absoluto. Ni revancha ni nada que se le parezca. Pero no es entendible que alguien diga que hay más seguridad en un domicilio privado que un centro penitenciario. Esta situación sólo es asumible en el caso de un testigo cuya identidad hay que preservar y que no se conocieran su fisico ni su domicilio. Pero éste no es el caso que prevé la Ley Orgánica de Protección de Testigos y Peritos.

P. Esa ley a la que precisamente el juez Garzón le ofreció a usted que se acogiera para revelar datos sobre la captura de Luis Roldán.

R. Sí, pero es que esa ley en modo alguno debilita el deber de los funcionarios de policía de guardar el secreto profesional. Esa, ley no sería aplicable en múltiples; circunstancias de la operación. Roldán ni a multitud de los colaboradores que han participado en ella. Y pongo un interrogante, sobre la mesa: ¿cómo se aplicaría esa ley si estuviéramos hablando de un colaborador extranjero?

P. ¿Por qué se niega a revelar detalles de la captura de Roldán?

R. Esa ley de protección de testigos no sería aplicable a los confidentes que colaboran con la policía, porque ellos no quieren que se conozca su identidad ni su colaboración. Además, se pondría en cuestión el secreto profesional que nos obliga a no desvelar las fuentes de información. Si no existe esa garantía, no existirán más confidentes, que. son imprescindibles para cualquier policía.

P. ¿Ha ordenado usted a los cinco policías que detuvieron a Roldán en Bangkok que no comparezcan ante Garzón?

P. No, Sólo he manifestado mi extrañeza porque estén siendo llamados a declarar aquellos funcionarios que han prestado un brillante servicio deteniendo á Roldán, mientras que éste al que se le imputan delitos muy graves, no está siendo llamado. Si vuelven a ser requeridos para desvelar temas que deben ser preservados por el secreto profesional, adoptaré las medidas que estén en mi mano. Si incumplen el deber de secreto, eso llevaría aparejada la exigencia de responsabilidades.

P. ¿Entonces hay datos y documentos que usted no va a entregar nunca al juez?

R. Hay documentos que desvelan fuentes de información y, por tanto, supone una conculcación del deber de secreto profesional, que no van a ser entregados al señor juez.

P. ¿Se refiere a las facturas de hotel y teléfono de los policías que fueron a Bangkok?

R. Van en esa línea todos los gastos realizados que tienen un soporte físico en el cual, por diferentes circunstancias, podrían desvelarse cuáles han sido los colaboradores de la policía y que podrían llegar a comprometer la seguridad de esas personas. O sencillamente a desvelar una información que no puede ser desvelada.

P. Pero el juez Garzón ya ha pedido esas facturas a Bangkok, a través de Interpol... ¿Qué pasa si se las dan?

R. Las facturas no son todo. Seguiremos sin desvelar nuestras fuentes de información.

P. ¿Originará eso un nuevo conflicto con Garzón?

R. Cuando eso se produzca, ya veremos o que sucede. Nos seguiremos acogiendo al secreto profesional. Si no actuamos así, haríamos un grave daño a la policía espanola, porque le estaríamos privando de uno de sus métodos de actuación: la obtención de información a través de confidentes.

P. ¿Ha advertido ya reticencias en los confidentes desde que estalló el conflicto con Garzón tras la detención de Roldán?

R. Efectivamente. Ha habido un frenazo en los colaboradores y reticencias en los funcionario! que hacen uso de fondos reservados...

P. ¿Volvería usted a hacer lo mismo en la operación Roldán?

R. Sí, volvería a hacer lo mismo. Se han utilizado los métodos lícitos y necesarios. Ni más ni menos. ¡Hombre! nos hubiera gustado detener a Roldán por otros procedimientos, ¿no? Por ejemplo, fruto de una actuación. directa en alguno de los intercambios de información; o yo qué sé, es decir, con los procedimientos más ortodoxos y correctos, o a través de Interpol... No ha sido así, pues no ha sido así. Pero ha sido un procedirniento habitual.

P. ¿Por que la captura de Roldán ha sido una enorme chapuza?

R. El Gobierno siempre dijo que la captura de Roldán era un objetivo prioritario. Eso fue recibido en multitud de ocasiones con opiniones muy dispares: desde los que decían que la policía había facilitado su huida, a los que decían que no había la menor intención de detenerle o los irresponsables que decían que Luis Roldán estaba muerto... Ahora se ha demostrado que la policía ha cumplido con el objetivo plenamente y hay muchos sectores políticos y sociales a los que les ha sentado mal que se haya detenido a Roldán. Ése es un elemento que explica algunas cosas, aparte de que haya habido errores.

P. Pero también hay sombras sobre a actuación de la policía...

R. La justicia podrá juzgar a Roldán sin limitación, sin condicionante. La policía ha utilizado procedimientos legales y ha hecho uno de los más brillantes trabajos de los últimos tiempos.

P. En la operación de captura parece que todo el mundo intentó engañar a todo el mundo...

R. La policía siempre ha actuado de buena fe, recurriendo a colaboradores de muy diversa naturaleza que estaban metidos en circuitos oficiales y extraoficiales o actividades más o menos claras. La policía arriesgó mucho y no estábamos seguros de que lo de Bangkok no fuera una trampa.

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