Necios con bocina
Un necio pegado a una bocina en zona urbana multiplica por mil las molestias, quizás ajenas, que le llevan a tocar su pito. Sin darse cuenta, pretende compensar su impotencia momentánea para moverse jorobándonos a todos escupiéndonos indiscriminadamente al oído sus decibelios.Ya es hora de que no sólo se cumpla la ley contra ruidos molestos, sino también que la presión social le manifieste, de modo inequívoco, lo injusto e incluso nocivo para la salud de todos que resulta su grosera falta de civismo.-
Madrid.
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