CONFLICTO PESQUERO
Canadá volvió a ambientar ayer las negociaciones pesqueras con un acoso de madrugada a la flota española. Dos buques gallegos denunciaron un intento de agresión de patrulleras canadienses. Mientras, el Reino Unido volvía a desmarcarse de la solidaridad comunitaria, aunque los Quince aprobaron ayer una cuota de fletán de 18.630 toneladas para este año, que respalda la postura de España que rechazó la posibilidad de establecer una cuota para. Europa de 10.000 toneladas, tal y como se perfilaba en las negociaciones UE-Canadá. Unas 5.000 personas, en su inmensa mayoría procedentes de Vigo, se manifestaron ayer en Madrid ante la embajada de Canadá.
Indios innus protestan contra Canadá
No todos los cana dienses apoyan la política del Gobierno de Ottawa en el conflicto pesquero con España. Al menos los miembros de la tribu innu, que siguen viviendo de acuerdo con un espíritu nómada, están lejos de admirar al superpopular ministro de Pesca, Brian Tobin. Ayer un grupo de in nus, encabezado por su presidente Peter Penashue, protagonizó una modesta protesta en la londinense Trafalgar Square para atraer la atención internacional sobre la amenaza que pesa sobre su forma de vida.Los innus, viejos pobladores de Canadá, se quejan de significar menos para el Gobierno de Ottawa que el, famoso pez de la disputa pesquera. "El fletán tiene más derechos que los innus", declaró ayer Penashu, mientras Johnny Dawes, miembro de Survival Internacional, la organización que ha patrocinado la visita de los innus a Londres, remon.taba los casi seis metros de la columna de Nelson para colocar en lo alto del monumento una pancarta: "Dejad vivir a los innus".
Hartos de ver a las autoridades canadienses interpretando el papel de buenos en el conflicto pesquero con España, los innus hicieron públicas sus quejas a unos pocos metros de distancia de la Embajada canadiense en Londres. La tribu practica desde tiempo inmemorial un tipo de vida nómada que chocó abiertamente en los anos sesenta con la pretensión de las autoridades canadienses de mantenerles concentrados en asentamientos especiales. Desafiantes y tenaces, los innu siguieron manteniendo su ritmo de vida que incluye traslados estacionales.
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