Denuncia y agradecimiento

Ésta es una carta de denuncia y agradecimiento al mismo tiempo. De denuncia hacia las autoridades competentes del puerto de San Isidro (León-Asturias) y de agradecimiento hacia unos desconocidos que nos prestaron su ayuda desinteresadamente. La historia comenzó el pasado día 13 de marzo, cuando unos amigos y yo decidimos ir a pasar el fin de semana al puerto de San Isidro para esquiar. De camino hacia allí, cuando aún faltaban 20 kilómetros, la nieve hizo su aparición y fue necesario el uso de cadenas en las ruedas, pero el puerto era accesible desde León. Cuando llegamos a la cima, al no existir señal o indicación que anunciara que el paso estaba ce rrado o entrañara algún peligro, seguimos nuestro camino bajando el puerto, donde a unos 12 kilómetros habíamos reservado una ha bitación en un hotel.

De repente, el coche quedó bloqueado debido al espesor de la nieve y el camino intransitable. Eran ya las diez de la noche y la temperatura era de cuatro grados bajo cero. Afortunadamente existía un bar a unos 500 metros, donde solicitamos ayuda, y un señor muy amable se ofreció a prestárnosla con su 4x4. Aun así hubo que solicitar más ayuda, y por fin, después de estar cuatro horas trabajando con patas, cadenas, a la intemperie, de noche, etcétera, conseguimos sacar el coche de allí.

El conductor de la máquina quitanieves, además, se encontraba en el bar en el momento en que pedimos ayuda, pero se negó a facilitárnosla porque el coche, se encontraba estacionado en la parte asturiana y él trabajaba para León, dado que el puerto es fronterizo entre ambas provincias. Quisimos poner una denuncia en el cuartelillo de la Guardia Civil de León, pero ellos achacaron la responsabilidad de la falta de señalización al Principado, y éstos, a su vez, a aquéllos, con lo cual el asunto quedó sin resolver. ¿A quién corresponde este tipo de responsabilidades? ¿Es que hace falta que ocurra una desgracia para que se tomen medidas.