Las discotecas 'light' ahuyentan la oferta de drogas a los adolescentes
Un estudio que hoy se dará a conocer en Zaragoza es contundente: durante el periodo analizado (abril-noviembre de 1994) "no se ha detectado ningún punto de venta de droga en las inmediaciones, ni tampoco en el interior de estas discotecas". Los locales no venden alcohol, están reservados a adolescentes entre 14 y 18 años y han sido visitados durante el mismo lapso de tiempo por cerca de 40.000 chicos y chicas, al 40% y 60%, respectivamente.
La experiencia fue puesta en marcha hace ahora un año con el fin de dar una salida a los menores de edad que quieren divertirse y que hasta entonces encaminaban sus pasos hacia lugares concebidos para adultos y en los que la venta de alcohol era prácticamente libre. De las cinco discotecas que en un primer momento aceptaron reconvertir sus programas y sobre todo su carta de bebidas, finalmente tres continúan abiertas con un público fiel al 75%.
El informe ha sido elaborado por el área de psicología de la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza y según su máximo responsable, Francisco Lázaro, "pone claramente de relieve que no son los jóvenes quienes fallan y se encaminan hacia el mundo de las drogas y la delincuencia, sino que son las instituciones las que no dan una respuesta suficiente a sus dernandas". En este sentido, el jefe policial resalta: "Es claro que si somos capaces de proporcionarles unos centros de esparcimiento y de relacionar éstos con actividades de ocio, los chavales se sienten allí muy a gusto". Lázaro cree, como recomienda el propio informe, que las discotecas deben conectarse con toda una red de propuestas culturales, deportivas..., para formar un circuito que evite las "fugas" que todavía se producen, por ejemplo, hacia fiestas en las que se consume alcohol, "y por cierto", dice, "de pésima calidad".
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