De la Rosa proclama su "absoluta" inocencia y defiende a Conde y Alavedra
Javier de la Rosa rompió ayer su silencio para proclamar su "absoluta" inocencia y la de sus colaboradores más próximos, al tiempo que defendió al consejero de Economía de la Generalitat, Maciá Alavedra, y habló de "extraña concomitancia" entre su caso y el de Mario Conde. Denunció, por otra parte, la existencia de "no una, sino varias manos negras, que han politizado" casos como el suyo.
De la Rosa concedió una en trevista a Efe tras comparecer, como cada dos semanas, en el juzgado. "Gracias a Dios me encuentro muy bien. Ya salí de prisión en muy buenas condiciones y estoy muy feliz de es tar con mi familia, que para mí es lo más, importante, y con mis amigos", dijo. Sobre su si tuación judicial, afirmó: "Creo que tengo unos derechos constitucionales y, por lo tanto la presunción de inocencia no se me ha respetado, sobre todo por los medios de comunica ción". "Soy inocente, absolutamente inocente, al igual que las personas que han ido con migo a prisión preventiva o cualquier inculpado en este caso", afirmó.Reiteró su deseo de poder dar explicación de sus actuaciones tanto ante el Congreso de los Diputados como en el Parlamento de Cataluña. En relación a Alavedra, dijo: "El señor Alavedra, y pongo la mano en el fuego, nunca me ha pedido nada irregular y nunca ha participado en nada irregular, como tampoco yo. Toda esta campaña,, que dice que Alavedra tiene mi caso encima y es culpable de mi caso, es una absoluta injusticia". Ante el juez, de la Rosa afirmó que Alavedra estaba al corriente de las operaciones realizadas con una parte del aval de la - Generalitat a Tibigardens.
"Extrañas casualidades"
De la Rosa habló de "concomitancia" por la "extraña" casualidad de la aparición, casi al mismo tiempo, de su caso y el del ex banquero Mario Conde y quiso diferenciar en todo momento los casos "privados [como el suyo y el de Conde] de los públicos", en alusión, por ejemplo, al ex gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, cuya actuación calificó de mucho más grave por ser un funcionario público.
Sobre la posible existencia de "manos negras" y uso político de su caso, el financiero se mostró convencido: "Me consta que no ha habido una, sino varias [manos negras] que han politizado los casos de los pri vados", en alusión a él mismo, a Mario Conde y a la denuncia presentada contra Alberto Cortina y Alberto Alcocer.
Con relación a Grand hizo un llamamiento a los accionistas: "Que tengan confianza en la compañía. Yo soy el primer interesado, porque sigo siendo el mayor accionista, aunque tenga las acciones embargadas. No he perjudicado a nadie, y para mí esas. acciones son mías y se las ofrecí [a los accionistas] y sigo ofreciéndoselas. Y repito, que confíen en la compañía porque yo creo que va a salir adelante".
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