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Las obras del Palacio de Congresos toman "por decreto" una pIaza privada

Elsa Fernández-Santos

Vecinos insolidarios o Ayuntamiento prepotente. La toma "por decreto" de la plaza privada de Manolete para terminar las obras de demolición del Palacio de Congresos (que ardió hace dos semanas) ha desatado las iras de algunos vecinos de esta finca que, oculta entre Capitán Haya y la Castellana, está a pocos metros del palacio. Para algunos residentes, la actitud "irrespetuosa" del Ayuntamiento ha desatado el conflicto. Para el consistorio lo inexplicable es la "insolidaridad" de los vecinos ante la llegada -ayer por la mañana- de dos molestas, pero "inevitables", grúas.

"Aquí no nos hemos enterado de nada hasta prácticamente tener las grúas encima señala un vecino que añade, "los modos del Ayuntamiento son intolerables. Lo mínimo es consultar con los afectados". El consistorio, sin embargo, asegura que ha seguido los pasos habituales, utilizando como interlocutor al representante legal: el presidente de la mancomunidad (los ocho edificios que forman la comunidad).Según los vecinos, el presidente dio el visto bueno al Ayuntamiento sin haberles comunicado previamente su decisión y sin darles tiempo a dar sus opiniones. Ante las duras protestas de los vecinos, el presidente dimitió. A la semana siguiente lo hicieron su sucesora y el vicepresidente.

El Ayuntamiento, que a cambio de la utilización del aparcamiento, ha cedido 60 plazas del estacionamiento público de Joan Miró, cercano a la plaza, envió el pasado lunes un comunicado a todos los vecinos. La circular, firmada por Fernando Macías, jefe del departamento de protección de la edificación del municipio, comunicaba que el viernes se instalaría la maquinaria de las obras y que por ello. exigía la retirada de los vehículos del aparcamiento. Para los vecinos la circular fue la gota que colmó el vaso. "La actitud de los vecinos, parece sorprendentemente insolidaria", señala Fernando Macías. "Nosotros hemos seguido en todo momento los pasos legales. El presidente de la mancomunidad nos dice que no hay problemas, luego que una minoría de vecinos protesta y que decide dimitir. Finalmente hemos tenido que actuar en base a lo que dice la ley del suelo y hemos ocupado la plaza por decreto, acogiéndonos a la ordenanza que nos permite la entrada por motivos de urgencia. Y la demolición del palacio es muy urgente ya que si no se termina pronto, cualquier cambio climatológico podría ocasionar un accidente mortal a algún obrero."

Para los vecinos hay otras posilidades antes que ver ocupada su plaza: el lateral de la Castellana donde en verano se ubica la terraza Castellana 99. Fernado Macías, sin embargo, dice: "Éste es el lugar más cercano al edificio. Lo de Castellana 99 lo descartamos porque tiene un subsótano que no resistiría maquinaria pesada".

Además, ayer, según informa la agencia Efe, la Secretaría General de Turismo (organismo del que depende el palacio), aseguró que el palacio estará listo para las elecciones de mayo.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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