El PP despliega un gran montaje en Colón para dar publicidad al plan de urbanismo

Dos globos, una carpa y muchos vatios. La oficina del Plan General se gastará 205 millones de pesetas en la exposición que recoge os planes del PP para el Madrid del siglo XXI. Además de cinco terminales de ordenador para consulta del público, montajes audiovisuales y maquetas en la carpa instalada en los jardines del Descubrimiento, la plaza de Colón contará con un montaje de luces de colores y láser que proyecta un anuncio del Plan General sobre la fachada del Centro Colón en cuanto anochece. Esas instalaciones servirán también para presentar las alegaciones.

Allí los madrileños pueden encontrar ya toda la información sobre los planes del PP para cada barrio e incluso comprar un ejemplar de los documentos (35.000 folios, 10.000 planos) por 3,5 millones de pesetas, con disquetes y CD-ROM (se n editado 500 ejemplares). Si sólo se quiere el papel, el precio baja a 2,8 millones; el resumen, 150.000 pesetas. Además, el visitante puede obtener fotocopias (si las paga) de los documentos que le interesen. Cinco puestos de consulta atendidos por otros tantos empleados de la Oficina del Plan suministran toda la información: tres de las terminales sólo muestran planos y dos también dan fotografías y fichas técnicas de parcelas y edificios.Pero el que prefiera manejar los inmensos tomos que contienen el Plan General los tendrá a su disposición en la misma oficina, donde también se exhiben en paneles los planos. María Pilar Portilla, con su hija Paz y su nieta Natalia (apenas un año) fueron de las primeras madrileñas en acercarse a la carpa de Colón. "Por puro interés" comenta Pilar.

Ella es propietaria de una nave industrial (5.868 metros cuadrados edificables) en el paseo Imperial. "Hemos invertido más de 500 millones de pesetas en un almacén en el que sólo podían entrar cajas, porque la normativa antigua ponía cantidad de pegas", explica.

A las doce de la mañana de ayer (todavía no estaba abierta al público la carpa) Pilar preguntaba a una empleada en qué situación queda en el Plan General su parcela. "Ahora es residencial" le contestó. "Pues hoy me ha tocado la lotería" exclamó Pilar. Su terreno (suelo industrial en el plan de 1985) había cambiado de calificación cuando se planeé el Pasillo Verde Ferroviario, pero no quedó claro -explicaba la empleada de la Oficina del Plan- si pasaba a ser residencial.

A partir de que se apruebe definitivamente el plan de urbanismo (aproximadamente dentro de un año) Pilar podrá dedicar a viviendas su nave industrial, una vez adaptada, o construir otro edificio. "¡Apartamentos, puedo hacer apartamentos!", decía entusiasmada.

Pero el visitante que prefiera obtener una idea global del plan dispone de una exposición en la que se recogen las grandes operaciones (Ciudad Aeroportuaria, Ciudad Olímpica, nuevos barrios, Operación Campamento).

En la zona dedicada a los nuevos barrios faltan las maquetas y Planos de los dos que todavía no se han consensuado con el Gobiemo regional (Villa de Vallecas y Arroyo del Fresno). "No cabían", fue la respuesta lacónica del director del plan, Luis Rodríguez Avial.

Una cortina donde se proyecta una película (un coche acercándose amenazante al visitante) separa la sala donde se recogen los mapas actuales de los diseños imaginados. "Dejas atrás lo viejo y entras en el futuro", explica uno de los responsables de la exposición, Pedro García Alarcón.