1.300 mayores de 25 años se examinaron para ir a la universidad

Alrededor de 1.300 personas mayores de 25 años se presentaron ayer en las universidades Complutense y Autónoma para intentar seguir el próximo curso estudios universitarios sin tener que pasar por el temido examen de la selectividad. Esto no quiere decir que sea fácil: el año pasado se presentó un número similar de aspirantes y sólo aprobaron un 20% en la Complutense y un 30% en la Autónoma.Sin embargo, hubo algunos aspirantes a la universidad que, a pesar de haber formulado la solicitud de examen, en el último momento se echaron atrás. Hasta la Ciudad Universitaria acudieron ayer 1.000 de los 1.326 matriculados, de los cuales 757 eran mujeres. En Cantoblanco hubo 82 bajas: la lista de 378 alumnos inscritos se redujo a 296. Según admitió el delegado del rector para acceso a la Universidad, José Bernardo Álvarez, este examen es más fácil que la selectividad. "Pero si tenemos en cuenta que las personas que se presentan son mayores, puede resultar más difícil", señaló Álvarez.

La mayoría de los aspirantes, entre 25 y 50 años, acuden a este examen después de haber estudiado en academias privadas. "Aunque esto no garantiza nada", comentaba Simón Villaverde, de 26 años, una de las personas examinadas: "El programa es extensísimo y puede caer cualquier cosa", añadió Villaverde.

Entre los que se presentaron ayer en la Facultad de Farmacia y de Medicina de la Universidad Complutense, algunos protestaban porque el tema para la composición de la rama de Ciencias era "el petróleo". "Si tienes en cuenta que la pregunta era de ciencias, no lo veo yo muy bien; yo no sabía qué poner", explicaba Belén Fernández.

En la Autónoma, los alumnos tuvieron que, responder preguntas tipo test como: ¿quién escribió La colmena?, ¿qué es un soneto?, ¿en que época se sitúa el barroco?, entre otras. En total, 40 cuestiones, cinco por cada una de las ocho asignaturas.

Matemáticas

Algunos, como un policía municipal que no dijo su nombre por razones de seguridad, se quejaban del planteamiento poco claro de los enunciados de matemáticas. "Los problemas no estaban bien definidos. Para mí ha sido lo más complicado", explicó este aspirante a la abogacía, de 46 años, al finalizar el examen. "Creo que aprobaré, aunque estaba muy nervioso porque me juego la promoción de mi carrera", señaló.

Después de tres horas de tensión, Belinda Olayo, de 39 años, madre de dos hijas, representante artístico y futura historiadora, estaba eufórica: "Ha sido más fácil de lo que yo esperaba en un principio. Llevo una semana sin dormir de los nervios. He venido al examen muy mal, pero estoy segura de que voy a aprobar".

Las preferencias de la mayoría de los aspirantes se encaminan hacia las carreras de letras.