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Crítica:POP
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Romántica oscuridad

El llamado rock gótico nació de bandas como Sisters of Mercy, FieLds of Nephilim y The Mission; una fusión de punk y metal que vestía de negro y utilizaba los instrumentos como un coro. The Mission llevaba más de tres años sin editar un disco, y ahora, agotados unos ochenta en los que la hegemonía de la música oscura y romántica en su esencia dio paso a nuevos modos, los británicos retoman su estilo y editan Neverland.

En la sala Kapital, antigua Titanic, el único lugar que quedó con algo de espacio libre fue su escenario. Con un lleno a rebosar de un público entre el que se advertía alguna que otra panda de fans "siniestros", discurrió un concierto de extrema compenetración entre el quinteto y el resto de los asistentes. Puntuales, con el sonido perfectamente. ajustado y un plan de repertorio' preparado para causar el efecto deseado, The Mission tuvo él placer de comenzar con el público entregado y de saber mantenerlo en esa constante hasta el final.

The Mission

Mick Brown (batería), Wayne Hoffey (voz y guitarra), Mark Gemini (guitarra), Rick Carter (teclados), Andy Causin (bajo). Sala Kapital. Entrada: 1.500 pesetas. Madrid, 23 de marzo.

La suave y rotunda voz de Wayne Hoffey, confundible a veces con coetáneos de la altura de Ian McGulloch e incluso con Bono, condujo una música que componen de forma repetitiva pero que sin embargo se vuelve explosión controlada en su directo.

Efectos discretos

El batería golpea tan solo la caja y el bombo, las guitarras repiten sus fraseos volátiles, el bajo permanece siempre en la misma réplica y el resto lo completan sus efectos discretos pero valiosísimos que envuelven la dureza para dramatizarla y vestirla más sugerentemente.

The Mission consiguió todo lo que se puede esperar de un concierto, así que la respuesta a su oferta fue tan rotunda como pocas veces logran los intérpretes. Unas cuantas baladas efectivas, un poco de potencia envolvente, un final, feliz en cada canción y mucho romanticismo melancólico planeando entre sus notas.

Viejos y nuevos temas: Beyond the pale, Deliverance (que fue cantado a coro por toda la sala), Sacrilege... todos ellos tocados por una vieja banda en la que tan sólo persisten dos de sus componentes originales pero que ha sabido escoger los músicos con los que compartir esta nueva vuelta al escenario.

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