HUESCA 'CONNECTION'

Ni Fernando Rey ni Steve McQueen ni las protagonistas de Thelma y Louise figuraban en el reparto. La historia fue real y en Huesca. El caso es que la falta de armas en la uniformidad de la policía local oscense no está reñida con la eficacia en los servicios, según se desprende de la última acción meritoria de sus agentes. La plácida madrugada del jueves se vio interrumpida en la capital altoaragonesa, pero esta vez no por los graznidos de los estorninos, sino por la incursión en la ciudad de una pareja de presuntas traficantes de droga que habían agredido a un taxista para robarle su medio de trabajo. Alertados los coches radiopatrullas y localizado el turismo denunciado, se inició una persecución digna de cualquier barrio conflictivo norteamericano. Coches en paralelo, ulular de sirenas, maniobras para echarse a la cuneta... Hasta que por fin los dos fuguistas se deshicieron de un paquete que al impactar contra parabrisas de los perseguidores provocó una gran nube de color marrón que desparranó la mercancía. Como en las películas, perseguidos y perseguidores se detuvieron en las afueras y los agentes, al carecer de armamento, desconocedores de si sus oponentes estaban mejor surtidos, decidieron simular, amparados en la oscuridad, que sus porras eran fusiles y consiguieron la rendición de los presuntos camellos.-