La Audiencia Nacional absuelve al traficante de armas sirio Al Kassar por falta de pruebas

La Audiencia Nacional ha absuelto por falta de pruebas al traficante de armas sirio Monzer al Kassar del delito de piratería con resultado de muerte por el que estuvo encarcelado 14 meses por orden del juez instructor del caso, Baltasar Garzón. El tribunal, el mismo que criticó la labor de Garzón en la Operación Nécora, ha dejado a salvo la instrucción judicial y no ha planteado "óbices formales al sumario" porque "lo esencial es que no se haya producido indefensión". Al Kassar podrá recuperar ahora los 2.000 millones que depositó como fianza para su libertad provisional.

La acusación de que Al Kassar facilitó supuestamente las armas al comando palestino que secuestró el buque italiano Achille Lauro "no es lógicamente imposible", pero "simplemente, carece de apoyo probatorio suficiente", según los magistrados. La fiscalía ha anunciado que no presentará recurso.. Al Kassar recibió la sentencia con satisfacción y, tras conocer el fallo, salió de la Audiencia haciendo un gesto de victoria. Sin embargo, lejos de insistir en las acusaciones de las "graves irregularidades" de Garzón durante la instrucción del sumario, que sus abogados proclamaron durante la vista del juicio, el traficante de armas fue extremadamente prudente en sus declaraciones: "No tengo nada contra el señor Garzón. Él es un juez de instrucción que ha hecho su trabajo. Ahora quiero pensar en quién estuvo detrás de todo este chantaje".

El sirio abandonó poco después la Audiencia en su especialísimo Mercedes 1.000 SEL de color negro, en cuyo maletero hay una pegatina de la Guardia Civil con la leyenda "El honor es mi divisa".

La absolución de Al Kassar se fundamenta en la falta de valor probatorio de las acusaciones del principal testigo de cargo, Ahmed Boumershed, Abu Ziad, que el tribunal ha encontrado "sobradamente confusas" y plagadas de "inverosimilitudes y contradicciones". La sentencia también subraya que el testigo declaró en el juicio que actuaba "por venganza,, contra Al Kassar, porque éste no le reconoció sus derechos después de trabajar diez años para él.

Ahmed Boumerghed, en un tiempo colaborador personal de Al Kassar, declaró que en la última quincena del mes de septiembre de 1985, el sirio viajó en un avión privado de Marbella a Varsovia (Polonia), donde se proveyó, en un almacén de armas del que disponía en la capital polaca, de cuatro fusiles Kaláshnikov y ocho granadas de mano MK-2.

Desde Varsovia emprendió viaje a Túnez, donde, Al Kassar, según su colaborador, hizo entrega de las armas a miembros del Frente de Liberación de Palestina. Las armas fueron enviadas posteriormente a Italia, en donde Al Kassar las habría entregado personalmente al comando palestino que secuestró el trasatlántico Achille Lauro y asesinó al norteamericano de origen judío Leon Klinhoffer.

Analizando las declaraciones de Ahmed Boumershed, el tribunal establece que Al Kassar carecía de almacenes de armas en Polonia y que todo lo que declaró el testigo sobre las armas son "dudas, inconcreciones y suposiciones", por lo que "es lícito concluir que Boumershed no vio las hipotéticas armas".

El tribunal examina después las declaraciones de este mismo testigo en las que aseguró que cambiaría su testimonio si se le pagaban cinco millones de dólares y otras posteriores en las que dijo que las hizo al sentirse presionado.Los magistrados concluyen que "con su falta de firmeza, contradicciones e incoherencia en que incurre e incluso inverosimilitudes, vaguedades e imprecisiones y la concurencia de móviles económicos hacen su testimonio inocuo a los fines probatorios de cargo".

Discordancias fotográficas

Respecto al testigo Al Assadi, miembro del comando que secuestró el buque y que en una rueda de reconocimiento practicada en Italia dijo reconocer en una foto a Al Kassar como la persona que les entregó las armas, el tribunal señala las "importantes discordancias" que encuentra en sus declaraciones.

De forma pormenorizada, el tribunal estudia las distintas declaraciones de Al Assadi y las contradicciones en los reconocimientos fotográficos, y concluye que el testigo "no reconoce a Al Kassar con seguridad" y "tiene un problema de verdadera identificación de la persona" porque le confunde con otros.

Tampoco se considera probado que Al Kassar abriese una cuenta en Marbella al jefe de la facción de la OLP Abu Abbas. "Es posible que le haya tratado y podría ser probable que Al Kassar tenga simpatía por la causa de la OLP. Pero con el material probatorio en presencia no cabe concluir ni que Al Kassar planificara la operación terrorista, ni que hiciera el viaje de Varsovia a Túnez, ni que, multiplicando innecesariamente los riesgos, trasladara las armas de Túnez a Génova y las entregase personalmente al comando".