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El undécimo gueto chabolista se instalará en Cuatro Vientos

BEGOÑA AGUIRRE El gueto número 11. El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid decidieron en la última reunión del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada, celebrada el 8 de marzo, crear un nuevo poblado de casas bajas para realojar. chabolistas. La incógnita sobre el lugar elegido ya se ha resuelto: un páramo de Cuatro Vientos (Latina) conocido como La Mimbrera.

En aquella reunión, los responsables sólo explicaron que habían llegado a un acuerdo para construir "un último asentamiento" de ese tipo, sin especificar dónde. A él irían familias de los 217 chamizos del Cerro de la Mica (Latina). En La Mimbrera hay unos barracones a los que se trasladó en enero a medio centenar de familias de Carabanchel.

El gerente del Consorcio, Julio Fernández Mato, aseguró el 15 de marzo ante la comisión de erradicación del chabolismo de la Asamblea que la propuesta del organismo que dirige era clara: no construir un sólo asentamiento más porque hay demasiados y no facilitan la integración. Amenazó con dimitir si las instituciones siguen con su proyecto de crear un nuevo gueto sin tener en cuenta las recomendaciones de quienes trabajan en estos núcleos.

En Madrid existe ya un cinturón formado por 10 poblados de casas bajas y prefabricados, además de unas 1.800 favelas. Buena parte de estos núcleos se han convertido en puntos de venta de droga.

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La zona elegida para llevar a los chabolistas es un páramo sin servicios junto a la M-40

La Mimbrera está lejos de todo menos del ramal de la M-40 que lleva a Móstoles y Navalcarnero y que enlaza con la carretera de La Coruña. Para llegar sólo hay un medio: acercar se en un coche particular desde el helipuerto de Cuatro Vientos, siguiendo un sendero de tierra que parte de la carretera que une el distrito de Latina con el barrio de La Fortuna (Leganés).Después de diez minutos traqueteando por un camino de grijas que pasa entre sembrados de trigo y cebada se llega a la zona donde desde hace dos meses existe un asentamiento de prefabricados con medio centenar de familias. En medio del campo y con una inmejorable vista de todos los aviones que despegan y aterrizan en el aeródromo de Cuatro Vientos.

En enero fueron trasladadas a estos terrenos 38 familias de los asentamientos del Camino Alto de San Isidro, Armengot y Caprichos, todos de Carabanchel. Algunas habían sido incluidas de tapadillo en el censo [que da: derecho a un realojamiento] del Consorcio a partir de las gestiones de una asociación gitana.

El nuevo poblado previsto en esta zona es uno de los dos barajados por el PP municipal desde el año pasado. El otro era el de Cañada Real, que el consistorio ha decidido eliminar, una vez iniciadas las obras, atendiendo a las protestas ciudadanas y a la oposición del gobierno regional dada su cercanía al vertedero de Valdemingómez.

Inicialmente, en el proyecto de Cuatro Vientos estaba previsto levantar 90 casas bajas para chabolistas del Cerro de la Mica (Latina) aportadas por la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV). En la última reunión del Consorcio, el Ayuntamiento volvió a proponer este plan que contó con el visto bueno de la Comunidad. Eso sí, con una condición: que sea el último que se construya en la ciudad.

Sólo los responsables del Consorcio se opusieron al plan con el argumento de que ya existen 10 asentamientos similares y que buena parte de ellos han acabado convertidos en guetos donde el trabajo social es inútil y la venta de droga campea a sus anchas. Su alternativa es primar el realojamiento en pisos de altura, no en campamentos.Existen ya diez barriadas similares a la que se quiere construir en Cuatro Vientos. Tres, con 251 familias, están formadas por casas bajas prefabricadas: La Quinta (Fuencarral); Plata y Castañar (Villaverde) y la Rosilla (Vallecas Villa). El de La Celsa (Puente de Vallecas), con 96 casetas tipo búnker, está en construcción. Hay otras 500 familias en ocho campamentos de barracones: Torregrosa (Usera); La Mimbrera (Latina); Cerro de las Liebres (Fuencarral); Jauja (Latina); Cañaveral (Vicálvaro) y Los Modulares (San Blas).

Este tipo de núcleos se crearon como una alternativa a la vivienda en altura para familias poco habituadas a la vida en bloques de pisos por sus costumbres o sus actividades: chatarreo, venta ambulante de fruta...

Pero la oposición vecinal a su cercanía, por los problemas de delincuencia y marginación que surgen en su seno, los han ido alejando de las barriadas habitadas, trasladándolos hasta zonas aisladas con lo que cada vez se configuran más en guetos.

Falsa provisionalidad

En principio, este tipo de barriadas, especialmente las formadas por prefabricados, se levantaron con carácter provisional, como un alojamiento transitorio hasta ser realojadas en pisos. Pero la temporalidad nunca se ha cumplido y el ambiente de estos núcleos se ha ido deteriorando llegando a extremos como el de La Quinta, donde el tráfico de drogas se ha generalizado, consolidándose una cierta organización mafiosa. En otros núcleos, como el de La Rosilla o Los Modulares de la Avenida de Guadalajara el deterioro de las casetas es notable.

Los técnicos del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid, que hace dos años evaluaron la tarea realizada por el Consorcio para el Realojamiento desde su creación en 1986, dieron el experimento por fracasado. Después de visitar estos núcleos, aconsejaron que no se creasen otros nuevos y que se potenciasen los realojamientos en pisos.

La Asamblea de Madrid, después de un recorrido realizado por parlamentarios del PP, PSOE e IU por estos asentamientos, también aprobó una propuesta similar hace un año, refrendada por unanimidad.

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