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Maratón de imágenes.

185 aficionados fotografían Alcobendas durante 24 horas

Yolanda e Irene, recostadas sobre su coche y a punto de volver a sus casas en Madrid, no podían ocultar el cansancio después de permanecer casi dos días en pie y sin pegar ojo. Pero se mostraban satisfechas de haber cumplido su misión: disparar 24 instantáneas en 24 horas -y divirtiéndose-, como solicitaban las bases del primer maratón fotográfico de Alcobendas (84.000 habitantes), celebrado desde las ocho de la tarde del viernes hasta la misma hora del sábado.La opinión de los participantes que terminaron el certamen, 185 de los 250 inscritos inicialmente, era unánime: la prueba había sido divertida y habían conocido mejor las calles de la ciudad buscando el objeto deseado para capturarlo con su cámara.

Laura Santamaría, a sus nueve años, fue la participante más pequeña, que aguantó, junto a su padre, hasta el final. Era uno de los 20 menores de 14 años que optaban a los dos premios de 25.000 pesetas de la categoría infantil. Sólo terminaron ocho.El largo recorrido comenzó en el centro comercial La Gran Manzana, patrocinador que ofrecía el premio más suculento: 250.000 pesetas al mejor carrete en conjunto, 175.000 para el segundo y 100.000 al tercero. Motivo suficiente para "aguantar lo que haga falta", según Juanjo, uno de los jóvenes que decidieron trasnochar. Había otros seis premios más, de 20.000 pesetas.La prueba fue sencilla de ejecutar, pero no estuvo exenta de aventura. Los participantes como si de un rally se tratase, debieron pasar seis controles, uno cada cuatro horas, situados en distintos puntos de Alcobendas Allí iban dándoles las listas de tenías a fotografiar.La noche de Alcobendas, iluminada por la luna llena, se llenó de flashes. El reloj marcaba la cero horas del sábado y se pasaba el primer control. Después, una nueva lista de fotografías, esta vez con advertencia: "El que pueda, que se agencie bañador y chanclas".Nadie entendió para qué hasta que llegó el segundo control, a las cuatro de la madrugada. Les esperaba la piscina cubierta del polideportivo, un relax para los que se mantenían en la competición.Clemente, policía local de Alcobendas y participante, coincidía con otros compañeros en que después del chapuzón, y hasta el control de las ocho de la mañana, fue "el peor momento". Tanto es así, que a las 7.34 del sábado, cuando las primeras luces alumbraban Alcobendas, se habían producido un 15% de bajas.Antonio de Juana, director del maratón, cree que la hora más crítica fue a las tres de la tarde del sábado, cuando en el parque de Extremadura los supervivientes pudieron disfrutar de una siesta colectiva.Los ganadores se sabrán el próximo día 20 de abril, cuando se expondrán las mejores instantáneas. Hasta entonces, tiempo para que revelar las casi 6.000 fotografías que recogen 24 horas en la vida de Alcobendas.

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