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Entrevista:

"El empleo debe ser un criterio básico de convergencia"

La Confederación Europea de Sindicatos (CES) celebra su próximo congreso en Bruselas entre el 9 y el 12 de mayo próximos. En esa reunión se debatirán los retos que tiene pendientes la Europa comunitaria y se buscarán remedios a su principal problema, el paro. El líder de la CES, Emilio Gabaglio (Como, Italia, 1937), apunta el reparto del empleo como una de las soluciones que se debe abrir paso.Pregunta. Una de las propuestas que debatirá el congreso de la CES consiste en pedir a los gobiernos que el empleo sea un criterio de convergencia ¿cree que van a ser escuchados?

Respuesta. Los países miembros se han comprometido a establecer planes plurianuales de lucha contra el desempleo y, más importante aún, a un seguimiento no sólo de los ministros de Trabajo, sino también del Ecofin y de la Comisión, para evitar algo que pasó ya en Essen: había tres documentos distintos sobre el tema del empleo. Nosotros vamos a proponer a la presidencia francesa y luego a la española que hay que encontrar caminos para aseguran que el seguimiento multilateral de los planes nacionales de lucha contra el desempleo tenga participación de las partes sociales. Que el comité permanente del empleo, que ya existe aunque no se lo ha valorado mucho, se reestructure en un organismo para mantener el empleo como centro de atención y que el empleo sea un criterio básico de la convergencia real. No cuestionamos los criterios de Maastricht, consideramos que son demasiado unilaterales y, sobre todo, que no ha habido una política macroeconómica más dinámica para conseguir un crecimiento sostenido y duradero, condición necesaria, aunque no suficiente, para arreglar el problema del paro y crear empleo.

P. En los documentos de la CES se dice que la UE se muestra incapaz de encontrar respuestas al paro ¿no hay solución al desempleo?

R. Son múltiples. No se ha hecho nada para impulsar la propuesta de Delors sobre inversiones en las grandes redes europeas, la comunicación y la energía. Están las políticas activas de empleo, con dos elementos básicos: la formación continua y la reducción de la jornada y el reparto, del empleo. Sobre eso vamos a discutir en el congreso. Una reducción de jornada libremente elegida y con todos los derechos, puede ser una de las formas de flexibilidad del tiempo de trabajo en el futuro. A lo largo de los próximos años, aunque haya recuperación económica, el trabajo va a disminuir. Hay que repartir el trabajo y eso se tiene que hacer por la vía de la negociación. No se puede decir que el movimiento sindical es un obstáculo a la flexibilidad positiva del trabajo. Sí somos un obstáculo muy duro a la flexibilidad negativa que la patronal, en general, propone y que muchos gobiernos practican.

P. El congreso se celebra en vísperas de la presidencia española, ¿qué le van a pedir a Felipe González?

R. El proyecto de la unión se ha fragilizado ante la opinión pública y los trabajadores, sobre todo por la ineficacia relativa en la lucha contra el paro y en la creación de un espacio social. No puede ser que la política monetaria prime sobre todo; en 1996, en la revisión del Tratado de la UE, hay que hacer un reequilibrio social y democrático. Pedimos al Gobierno español que en la agenda de la conferencia esté el tema social, que hasta el momento no está. Con tres peticiones claves. Primero, que los principios de la Carta Social europea sean trasladados al Tratado. Segundo, que el protocolo social de Maastricht se ponga también en el Tratado para terminar con el opting-out de Gran Bretaña que es intolerable. Y, tercero, el derecho de negociación y a la acción sindical. El grupo socialista del Parlamento tiene un documento en el que acepta dar un relieve particular al empleo como criterio de referencia, aunque no sea un criterio escrito como tal en el Tratado.

P. ¿Cómo se están integrando las centrales de los países del Este en el sindicalismo europeo?

R. Ya forman parte de la CES a título de observadores y en el congreso aprobaremos los elementos estatutarios para permitir su afiliación de pleno derecho en los meses siguientes. Tenemos un interés común y es que no podemos aceptar que la Europa Central y del Este se conviertan en un espacio de dumping social y salarial. Por tanto, debemos reforzar el movimiento sindical de esta región. Otro elemento que le vamos a señalar a la presidencia española es que, en el documento de Essen que perfila la estrategia de preadhesión de esos países, el tema de los derechos sociales es el único que no está en la lista. Vamos a pedir a España que lo imponga.

P. ¿Se está aplicando la Directiva de comités multinacionales a las normativas nacionales?

R. Estamos en el comienzo. Ese proceso se va a demorar dos años, aunque ya algunas empresas multinacionales se han lanzado a negociar. Hay varios acuerdos significativos, incluso de empresas multinacionales de matriz británica, que no están obligadas, porque el Gobierno británico no firmó la directiva.

P. La CES apuesta por preservar la protección social europea y propone nuevos modos de financiación ¿cuáles son?

R. Cuando lleguemos a la unión económica y monetaria, el sector social va a ser el único ele mento de flexibilidad y de com petitividad entre los países. ¡Eso no lo podemos aceptar! Pero, para conservar los sistemas de protección social, tenemos que reformarlos y adaptarlos a los cambios demográficos, económicos o sociales. Eso hay que hacerlo también con la financia ción. No tenemos fórmulas europeas, aunque se ha hablado de impuestos, por ejemplo sobre la energia o sobre la emisión de CO 2, que podría ser a la vez un elemento de protección del medio de ambiente. Tenemos voluntad de adaptar la protección ,social a través de la negociación no impuesta por los Gobiernos o la patronal. Para concertar y negociar, ¡aquí estamos asumiendo responsabilidades! Pero con este enfoque: que el modelo social europeo es un valor que tenemos preservar. Europa es algo distinto de otras realidades.

P. Usted conoce bien los problemas de los sindicatos españoles ¿le preocupan los enfrentamientos que viven UGT y CC OO en el seno de sus direcciones?

R. UGT y CC OO son dos organizaciones importantes dentro de la CES. Les damos un trato de atención, aunque les corresponde a las dos organizaciones solucionar sus problemas. Ojalá que estas tensiones que hay se solucionen de una manera positiva dentro del marco de autonomía sindical que me parece que se ha asentado tanto en este país como en otros. Es un valor fundamental dentro del marco de un sindicalismo de lucha y, a la vez, de negociación con resultados. No un sindicalismo de oposición preconcebida y punto. El sindicalismo europeo es un sindicalismo de clase y de lucha y capaz de aportar resultados concretos para el progreso social y las condiciones laborales. Subrayo que UGT y CC OO con sus direcciones actuales han dado pruebas de tener esa visión del sindicalismo europeo, han jugado un papel importante y tienen que seguirlo jugando dentro de la CES.

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