Los norteamericanos detenidos en Irak se enfrentan a largas penas de cárcel

El caso de los dos ciudadanos norteamericanos detenidos en Irak, que pueden encontrarse frente a largas penas de cárcel si son acusados de espionaje, complica aún más las ya difíciles relaciones entre Washington y Bagdad, que tendrán que negociar ahora sobre este conflicto con el telón de fondo de la negativa norteamericana a levantar las sanciones económicas a Irak y que "fueron renovadas otros dos meses por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la semana pasada.

Un portavoz de la Cruz Roja Internacional en Kuwait informó ayer a la agencia Reuter que su organización ha pedido al Gobierno iraquí acceso a los dos norteamericanos para comprobar su estado de salud, así como información sobre su situación legal. Otras personas, detenidas en los últimos cuatro años en circunstancias similares fueron condenadas a penas de hasta ocho años, aunque la mayoría de ellos salieron de prisión después de algunos meses.Los dos norteamericanos fueron detenidos el pasado lunes en la ciudad iraquí de Umm Qasr después de que hubieran cruzado por error la frontera entre Kuwait e Irak.

Los dos ciudadanos de Estados Unidos, según la versión de Washington, se perdieron en una zona desértica cuando trataban de encontrar a unos amigos que vivían en las proximidades de la frontera. Los detenidos trabajan para Kay and Associates y McDonell Douglas, dos empresas de aviación que venden sus productos en el emirato de Kuwait.

El portavoz de la Casa Blanca, Michael McCurry, dijo que el Gobierno norteamericano está, "obviamente, trabajando por la liberación" de los dos detenidos. McCurry dijo que el presidente fue informado del incidente a comienzos de semana y que enseguida dio instrucciones al consejero nacional de Seguridad, Anthony Lake, para que tome las medidas que sean oportunas.

Caso similar al de Corea

EE UU no ha querido hasta el momento reaccionar en exceso en este caso -que recuerda al incidente del año pasado en el que un helicóptero norteamericano fue derribado en Corea del Norte- con el fin de asegurarse primero que los dos detenidos son liberados cuanto antes.

El embajador de Irak en Naciones Unidas, Nizar Hamdoon, sugirió que los dos norteamericanos podrían ser procesados por violar las leyes iraquíes, aunque afirmó que su Gobierno está todavía investigando las circunstancias exactas del suceso. "Esas dos personas cruzaron la frontera ilegalmente y están bajo la custodia de las autoridades iraquíes", dijo Hanidoori.

El régimen de Sadam Husein puede sentirse tentado a utilizar este incidente dentro de su estrategia para conseguir el levantamiento de las sanciones internacionales contra Irak, que fueron prorrogadas recientemente por un nuevo periodo de dos meses. Estados Unidos es en este momento el único obstáculo -pues Francia apoya ya el fin del embargo- que le falta por salvar a Bagdad para que las sanciones sean levantadas, aunque Washington parece muy firmemente opuesto a esa posibilidad.