De la Rosa presiona a la Generalitat para que pague sus deudas con Grand Tibidabo
Javier de la Rosa, en libertad bajo fianza le 1.000 millones de pesetas, pretende que a Generalitat de Cataluña cubra sus dedas de 2.000 millones de pesetas con la sociedad Grand Tibidabo, de la que fue presidente y que actualmente se encuentra en una situación financiera insostenible. El financiero ha expresado este deseo en innumerables conversaciones e incluso lo ha hecho llegar al presidente Jordi Pujol, según varias fuentes. El objetívo de De la Rosa es evitar que Grand Tibidabo quiebre y los accionistas le presenten como el responsable de la situación.
Las fuentes oficiales consultadas por este diario no quisieron hacer comentarios, pero otras, cercanas a la Generalitat, señalaron que "en ningún momento nadie ha planteado ni puede plantear esa posibilidad". Las mismas fuentes han calificado de "delirio" el hecho de que alguien piense que una institución pública pudiera llegar a asumir propuestas de ete tipo.Como telón de fondo de los deseos de Javier de la Rosa, acusado de estafa, apropiación indebida y falsedad en documento público y que permaneció en prisión preventiva durante más de dos meses como consecuencia de las diligencias instruidas en un juzgado de Barcelona, se encuentra la crítica situación financiera de Grand Tibidabo, sociedad que presidió durante tres años, y que está seriamente amenazada de quiebra.
En el entorno del financiero se considera que el hundimiento definitivo de Grand Tibidabo empeoraría aún más su situación judicial. Y, por el contrario, Javier de la Rosa cree que la liquidación de la deuda diluiría la trascendencia pública del caso, máxime si, como parece lo más probable, sus abogados optan por dilatar el procedimiento aplazando la fecha del juicio hasta un futur indeterminado. De la Rosa tiene una deuda reconocida con Grand Tibidabo de 2.000 millones de pesetas, al margen de la que pudiera derivarse de su presunta responsabilidad como gestor de la compañía entre abril de 1991 y mayo de 1994.
Grand Tibidabo inició su singladura con más de 30.000 millones de pesetas aportados por sus 9.000 pequeños accionistas, procedentes en su mayoría del antiguo Consorcio Nacional de Leasing (CNL), adquirido por Javier de la Rosa tras un OPA. Tras la gestión del financiero, la sociedad declaró pérdidas brutas de 11.700 millones de pesetas en 1993. En 1994 las pérdidas, pendientes aún del definitivo informe de auditoría, han alcanzado los 6.900 millones.
El problema para el financiero reside en la obtención de los fondos con los que cubrir esa deuda y hacer frente a sus cuantiosos gas tos personales. No en vano, se encuentra afectado por dos órdenes de embargo de bienes, una en Barcelona y otra en Londres, que suman más de 78.000 millones de pesetas. Por este motivo, ha intentado presionar a diferentes personas a fin de que aporten fondos para mantener sus actividades ordinarias.
Encuentro con Conde
"De la Rosa se ha reunido al menos tres veces con Mario Conde. El último encuentro se produjo en Madrid la pasada semana", han señalado diferentes fuentes consultadas. En su círculo próximo, el financiero ha asegurado en tono misterioso que existe una alianza política entre los dos. Un hecho cierto es que Conde ha transmitido mensajes en nombre de De la Rosa a personas que se habían negado a recibirle o a conversar con él, han señalado algunos de los receptores de llamadas efectuadas por el ex banquero.
Otras fuentes han matizado que para Mario Conde una alianza de este tipo es poco rentable, y que su propósito es mantener una actitud cautelosa mientras dure la instrucción de su causa en la Audiencia Nacional. Esto, aseguran, es justo lo contrario de lo que ha estado haciendo De la Rosa desde que abandonó la prisión.
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