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El alcalde de Pisa llama al atentado contra los gitanos "agresividad defensiva"

"La emergencia gitana es un aspecto del fenómeno explosivo de la pobreza de los inmigrantes, del nuevo nomadismo europeo, de la pobreza que crece, como crece con ella la alarma social hasta la reacción psicológicamente histérica y patológica de la agresividad defensiva" afirmó ayer el alcalde de Pisa, Piero Florani. Mientras , Sengul Demirov, la adolescente gitana de 13 años herida la víspera en dicho municipio por una muñeca bomba que le entregó un desconocido, seguía bajo cuidados intensivos.

Sengul no se encuentra, sin embargo, en peligro de muerte, según afirmaron los médicos tras reconocer que había sufrido un empeoramiento durante la noche. La adolescente, que ha perdido un brazo, deberá ser sometidas a nuevas operaciones para extraerle numerosas esquirlas incrustadas en su cuerpo. Lo mismo le ocurre a su hermano Emran, de tres años cuyas condiciones son mejores, pese a que ha perdido un ojo.La policía estima que la intención de quien perpetró el atentado era, sin duda, matar, dado que la carga explosiva contenida en la muñeca era más que suficiente para lograr ese objetivo. Como primera medida, los agentes han interrogado a tres sospechosos de estar implicados en otro atentado similar perpetrado hace un mes, en el que otro niño gitano perdió la mano con la que sujetaba un libro bomba.Dos senadores del partido ex neofascista Alianza Nacional (AN) pidieron ayer medidas al Gobierno para evitar estos actos de "terrorismo racista". Otra moción similar fue presentada por senadores comunistas. El alcalde de Pisa afirmó, en cambio, que el Estado hace poco por resolver el problema del fuerte incremento de la población gitana registrado en Italia como consecuencia del conflicto yugoslavo, y pidió a los empresarios locales que financien la construcción de 50 pisos.Tragedia en Campania

Por otra parte, Domenico Cavasso, un hombre de 43 años, mató ayer a tiros en dos pueblos de Caserta, provincia de Campa nía, cuya capital es Nápoles, a tres familiares y d ' os funcionarios del registro de la propiedad. Un cuarto pariente y un tercer funcionario murieron de infarto mientras presenciaban los san grientos hechos, y otros dos empleados resultaron heridos. La policía descartaba que la refriega tuviera carácter mafioso. Cavasso, vigilante jurado, un hombre nervioso y crispado según sus vecinos, perdió, al parecer, el control de sí mismo en el contexto de un conflicto de intereses inmobiliarios.

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