El Banco de España sube los tipos al 8,50% para prevenir el efecto inflacionista de la devaluación

. El Banco de España decidió ayer, por segunda vez en lo que va de año, aumentar el precio oficial del dinero en medio punto para situarlo en el 8,50%. Con esta medida, el banco central intenta prevenir las tensiones inflacionistas que se derivan de la devaluación de la peseta (vía importaciones más caras). Los mercados acogieron con escaso entusiasmo una subida que era ampliamente esperada, aunque sí contribuyó a afianzar la recuperación de la peseta. Impulsada principalmente por la apreciación del dólar, la moneda española cotizaba al cierre europeo a 90,85 unidades por marco (91,95 la víspera). La deuda y la Bolsa española, en sintonía con el resto de los mercados europeos, cerraron con ganancias.

A diferencia de lo ocurrido el pasado 4 de enero cuando, en plena crisis de la peseta, la fuerte subida del precio oficial del dinero (0,65 puntos) aumentó la presión sobre la moneda por entenderse que era una medida en defensa del tipo de cambio y no, como pretendía el Banco de España, en, prevención de la inflación, ayer la peseta reaccionó con firmeza al incremento de los tipos de interés. Ampliamente esperado después de que el banco central subiera en medio punto su tipo de ' intervención diario tras la devaluación de la peseta (6 de marzo), el mercado entiende que este nuevo aumento va destinado a contrarrestar el efecto inflacionista de la devaluación.La depreciación efectiva de la moneda española, que pondera la pérdida de valor de la peseta frente a la cesta de monedas de sus socios comerciales, ha sido del 3% desde que empezaran las tensiones monetarias en diciembre, según valora el Ministerio de Comercio. Este encarecimiento de las importaciones, que coincide además con una fase expansiva del crecimiento, aumentará la inflación en torno a dos décimas, según varios expertos. Este incremento preocupa al Banco de España que, recién estrenada su independencia, está firmemente comprometido a cumplir el objetivo de inflación, fijado en el 3,5%. Además, el banco central debe seguir vigilando el efecto que la subida del IVA y de los impuestos indirectos puede tener aún en los precios.

La decisión del Banco de España contribuyó a afianzar la recuperación que la moneda española experimentó gracias a la apreciación del dólar y otras monedas europeas. La divisa española cerró en torno a las 90,85 unidades por marco frente a las 91,95 del martes.

Antonio Zamora, de Analistas Financieros Internacionales, valora positivamente que el banco emisor haya limitado a medio punto el aumento del precio del dinero. "En el mercado había mucho nerviosismo ante la posibilidad de que la subida de tipos fuera mayor [muchos expertos predecían hasta un punto], lo que hubiera vuelto a presionar a la peseta al ser interpretada como una medida de defensa cambiaría".

Despejar incertidumbres

También se despejó ayer otra de las incertidumbres que mantenía en guardia a los mercados. El ministro de Economía, Pedro Solbes, descartó la posibilidad de introducir algún control al libre movimiento, de capitales, tal y como han propuesto en los últimos días el ministro de Comercio y el propio presidente del Gobierno.

La banca comercial española no tuvo que modificar sus tipos, pues la semana pasada se anticipó a la medida de ayer con un incremento de medio punto en intereses de los préstamos a sus mejores clientes. Los mercados tenían tan descontado el incremento de los tipos oficiales como el mal dato de IPC en febrero. Aunque el incremento del 0,5% en los precios respondió a las expectativas más pesimistas, la recuperación de la peseta no se vio afectada por el mismo.

Fueron los factores internacionales los que ayer impulsaron a la moneda española, especialmente la apreciación del dólar -cerró en Europa en tomo a los 1,4160 marcos (1,4080 el martes) y los 91,60 yenes (90,45)-. La moneda estadounidense se recuperó pese a que varios datos de coyuntura publicados ayer en EE UU que confirman el enfriamiento de la economía y alejan la necesidad de subir los tipos de interés en este país, debían haberle presionado a la baja.

Las monedas europeas más débiles frente al marco también se recuperaron. La divisa francesa cerró en tomó a los 3,5375 francos por marco frente a los 3,5653 del martes pasado y ayudó a consolidar la subida de la peseta. En el mercado había una calina tensa en espera del resultado de la reunión que el G-7 (los siete países más ricos del mundo) mantuvo ayer en París para debatir la inestabilidad cambiaria.

Las Bolsas europeas también se beneficiaron de la apreciación del dólar y la subida de Wall Street, informa Rafel Vidal. La Bolsa de Madrid subió un 1, 10% y se situó en el 270,30%. París subió un 2,74%; Londres, un 1,29%, y Francfort el 0,05%. El Dow Jones tocó el nivel del 4.060, un nuevo máximo.