Máxima alerta en Burundi para evitar un estallido de violencia étnica
Las fuerzas de seguridad de Burundi están en máxima alerta. Después del asesinato, el sábado, del ministro de Energía y Minas, Ernest Kabushemeye, un hutu, existe el temor de que estallen enfrentamientos tribales similares a los de 1993, en los que murieron más de 50.000 personas.La zona más conflictiva es la provincia de Bubanza, en el norte, donde dos pistoleros fueron abatidos ayer por la policía cuando intentaban asaltar una prisión militar. Esta provincia está paralizada desde hace seis días, después de que un escolar tutsi acusara a un compañero hutu de matar a su familia en 1993. La animosidad es tal que muchos hutus han optado por huir y trasladarse a la capital.
En Bujumbura ayer se vivió un día normal, La mayoría de los habitantes acudió a sus trabajos y las tiendas y oficinas gubernamentales abrieron con normalidad. La radio y la televisión emiten música religiosa. La policía informó de la detención de dos sospechosos del asesinato del ministro.
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