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Sentenciado a cadena perpetua un joven por comerse a su amante, de 81 años de edad.

Un tribunal de Múnich condenó ayer a cadena perpetua al obrero de 33 años Georg H., acusado de asesinar y comerse las vísceras de su compañero sentimental, Karl H., de 81 años, con quien convivía desde 1979. `El tribunal no entró en juzgar si descuartizó a su víctima o si. finalmente llegó a comérselo, como inicialmente había reconocido el acusado.Georg H. rectificó su primera declaración. Ante la policía, confesó haber asfixiado a su compañero con un cojín y que, tras descuartizarlo, se comió crudas sus entrañas. "Lo comí crudo, todavía estaba caliente y la sangre circulaba". Los restos del anciano quedaron tan destrozados que los médicos forenses no pudieron determinar la causa de la muerte. Ante el ,tribunal, Georg dio una nueva versión: el fallecido quedó muy afectado por el suicidio de un vecino, que se había abierto las venas. El anciano, que padecía varias enfermedades de cuidado, se acostó en la cama y murió.

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