La UE deja a cada país la opción de tomar medidas para estabilizar la emisión de CO2

Los Quince reafirmaron ayer en Bruselas el compromiso de la Cumbre de Río de estabilizar sus emisiones de C02 del año 2000 en los mismos niveles que en 1990, aunque la mayoría de los informes científicos demuestran lo contrario e indican que las emisiones de la Unión Europea habrán aumentado de un 5% a un 8% entre esas dos fechas. Eso sí, reconocen que deberán tomar medidas adicionales, ya que los compromisos actuales son considerados insuficientes. Para lograrlo, los Estados miembros acordaron una lista indicativa de medidas voluntarias para cada país.

La de ayer fue la última reunión de ministros de medio ambiente de la Unión Europea (UE) antes de la cumbre del cambio climático que se celebrará en Berlín a finales de mes. Los ministros acordaron proponer al resto de países del mundo la elaboración de un protocolo, que se podría aprobar en 1997, para fijar los objetivos y los calendarios para reducir progresivamente las emisiones de gases que inciden en el cambio climático más allá del año 2000.La comisaria europea de Medio Ambiente, Ritt Bjerregard, señaló que con la situación actual las emisiones de CO2 se incrementarán entre el 5% y el 8% para finales de milenio. Salvo Alemania y Bélgica -y esto siendo optimistas-, el resto de los Estados de la UE difícilmente conseguirán el objetivo de estabilizar a finales de siglo las emisiones de CO2 tal Y como se firmó en 1992 en la Cumbre de Río. Así lo corroboró el ministro español de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, José Borrell.

Lista optativa

Para intentar conseguir este objetivo, los Quince acordaron ayer una postura común, recogida en una lista de medidas generales que se podrán llevar a cabo si hay voluntad nacional, aunque no se descarta la aprobación de normas europeas si el conjunto de los Estados miembros se pone de acuerdo sobre ellas. Esta lista optativa recoge, entre otras medidas, la posibilidad de un impuesto específico, la limitación de las emisiones de los vehículos o de las grandes instalaciones de combustión, o la promoción del uso de las energías renovables.De acuerdo con las conclusiones de la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Essen, los Estados miembros siempre podrían poner en marcha individualmente un impuesto específico para estabilizar las emisiones de CO2, ya que, tras varios años de negociaciones, no se llegó a ningún consenso para implantar una ecotasa europea que gravara las energías más contaminantes.

Los Quince pedirán en la reunión de Berlín que los países terceros también se comprometan a estabilizar las emisiones de dióxido de carbono. Otras propuestas, como la de 36 Estados-islas, piden que para el año 2005 se reduzcan estas emisiones en un 20%.

La postura común de los Quince no recoge, sin embargo, ninguna propuesta concreta de reducción, ni tampoco calendarios. El Gobierno español sigue defendiendo que las reducciones de emisiones deben contabilizarse a nivel de todos los países; con lo que a España le queda un margen más amplio, ya que ahora figura entre los que menos CO2 lanza a la atmósfera.

Además, Borrell se mostró partidario de unos objetivos más importantes para la UE en el horizonte 2005-2015, que no precisó; aunque la secretaria de Estado de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha apuntado en Madrid unos cortes similares a los defendidos por los Estados-Islas, un 20% menos.