Zagreb, el sueño maldito
El Real Madrid se juega con el Cibona su acceso a la 'final a cuatro'
Si la disputa de la Copa del Rey significó para el Real Madrid el cruzar la divisoria entre lo accesorio y lo importante, la eliminatoria de la Liga europea ante el Cibona (20.15, La 2) representa la frontera que da paso a lo verdaderamente trascendente. Y ésta necesita sortearla el grupo madridista para no fracasar en su máximo objetivo de esta temporada: el título continental.El escollo es considerable, nada novedoso procediendo de un equipo de la antigua Yugoslavia. Y máxime si se llama Cibona, un nombre que aún produce escalofríos en el Madrid. Una pista maldita en los años 80, donde Drazen Petrovic y sus compañeros sometieron al Madrid año tras año a un potro de tortura.
Hoy en día, el Cibona, como mejor escuadra actual de Croacia, es un serio peligro para el irregular Madrid. A pesar de que las grandes figuras croatas militan en clubes extranjeros, Alexander Petrovic, el entrenador y ex estrella del conjunto de Zagreb, ha podido reunir un colectivo altamente competitivo. El Barcelona lo sabe con toda crudeza, como demuestran las dos derrotas sufridas ante los croatas en el grupo de octavos de final, que dejaron a los de Aito fuera de la lucha.
La progresión exhibida por el Cibona es muy típica de los equipos yugoslavos. Integrado mayoritariamente por jugadores jóvenes, el grupo de Zagreb inició la competición perdiendo partido tras partido y quedando, por tanto, al borde de la eliminación. Sin embargo, el equipo de Petrovic esprintó en el momento decisivo y selló un tramo final sensacional, en el que encadenó cinco victorias consecutivas. Éste es uno de los factores que más preocupa al técnico del Real Madrid, Zeljko Obradovic.
"El Cibona es posiblemente el equipo más en forma de los ocho que hemos llegado a cuartos de final" reconoce Obradovic, a quien, como serbio, le espera un recibimiento infernal en la capital de Croacia, algo que asegura no preocuparle.
Otro quebradero de cabeza que se ha quitado de encima Obradovic es Abram, sancionado por un mes por dopaje. Pero el Cibona tiene otras armas que oponer al Real. Las más peligrosas responden a los apellidos de Alanovic, Mrsic y Marcelic. El primero es el base titular de la selección de Croacia. Mrsic es un jugador polivalente y Marcelic aporta tiro exterior.
El Real Madrid se desplazó ayer a Zagreb con el único contratiempo de una sobrecarga muscular de Joe Arlauckas. La eliminatoria se disputa al mejor de tres partidos. Los dos siguientes se jugarán en Madrid.
El resto de la jornada es Scavolini-Limoges; Panathinaikos-Buckler y Olympiakos-CSKA.
Las claves
El Cibona. Le falta estatura. Pero su valor radica en un bien inmaterial: conserva las esencias del baloncesto yugoslavo. A saber, talento y tiro. Hacen juego libre y saben buscarle los resquicios a cualquier defensa. Y, además, están en racha. El Madrid. Un trío de pívots como el formado por Sabonis, Arlauckas y Antonio Martín es mucho tomate en Europa. Es lo mejor del Madrid. Pero, claro, hay que hacerles llegar la pelota en buenas condiciones, y por ahí empieza el problema. Y menudo problema. Sus defectos ofensivos se agravan por su falta de capacidad de tiro exterior, casi reducido a Biriukov. La defensa funciona a medias aunque una zona 1-3-1 les ha dado resultado.
Qué debe hacer el Madrid. Deberá tener paciencia en defensa ante un rival plagado de buenos tiradores. Lanzarán mucho a canasta y habrá que llevarles a que lo hagan con un mal porcentaje. Ha de dominar el rebote y conseguir que Sabonis haga daño, pero no bastará con ello: el Madrid debe resucitar algún tipo de juego exterior.
Qué hará el Cibona. Impondrá su juego alegre y descarado. Lloverán algunos triples en los primeros momentos. Tratará de intimidar amparado en un ambiente hostil. En defensa, procurarán asfixiar a Sabonis. Si el tiro exterior del Madrid no sale a la luz, habrán conseguido medio partido: una defensa en zona que se irá cerrando en torno al lituano.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.