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CASOS ROLDÁN Y GAL

Belloch oculta la trastienda de la entrega de Roldán

El ministro dice que el ex director de la Guardia Civil "ha sido bien capturado y bien detenido"

El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, se escudó ayer en el secreto de Estado para no revelar ningún dato sobre la trastienda de la operación que culminó con la detención del ex director de la Guardia Civil Luis Roldán. Dijo que volvería a tomar la misma decisión; que Roldán subió voluntariamente al avión que le condujo de Bangkok a Roma; que la detención se produjo "técnicamente" cuando entró en el Mystére que le trasladó a España, y que el prófugo "ha sido bien capturado y bien detenido". Sólo desveló un dato nuevo: que los policías que fueron a Bangkok hicieron escala en una capital europea -probablemente París- para entregar los polémicos documentos a una persona a la que vieron entrar en una embajada, supuestamente la de Laos.

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"Se han utilizado fuentes y medios que no es posible hacer públicos, porque sería poner en peligro real la vida de algunas personas señaló Belloch, al tiempo que intentaba cortar en seco las risas de los diputados de la oposición. Su comparecencia, de más de cuatro horas, despertó enorme expectación, hasta el punto de que la sala de columnas estaba a rebosar."En una operación de este calado, cualquier ampliación del círculo de personas que debían tener conocimiento de ella es una temeridad", proclamó con solemnidad para justificar por qué no pidió la colaboración de Exteriores.

Para la detención no se ha violado la soberanía de ningún país, los policías actuaron racionalmente, su detención se produjo voluntariamente, los cinco agentes españoles entraron legalmente en Tailandia y la aprehensión se realizó basada en la orden de busca y captura internacional dictada por la juez Ana Ferrer. Sobre estas bases, Belloch dijo que no hay el mínimo atisbo de ilegalidad en la Operación Luna.

El ministro reiteró que nada impide que Roldán sea juzgado por los seis delitos que se le imputan, lo que desató una salva de aplausos en los escaños socialistas. Señaló que hay que descartar las teorías conspirativas, dado que el Gobierno no ha engañado a nadie ni ha sido engañado por nadie. "¡Curioso engaño sería éste que, propiciado por terceras personas, nos per te dar un paso adelante en la lucha contra la corrupción", ironizó.Error informativo

Belloch, que ayer se convirtió en la Comisión de Justicia e Interior en un frontón contra el que se estrellaron las críticas de la oposición, aceptó ser culpable de "un error en la política informativa" puesta en marcha para dar a conocer la detención de Luis Roldán.

El superministro utilizó múltiples argumentos jurídicos para resaltar la brillantez de la operación policial y añadió que no tiene relevancia que el prófugo decidiera acompañar pacíficamente a los policías bajo creencias erróneas. "No hay el más mínimo atisbo de ilegalidad, por más que a, muchos les encantaría que así fuera", dijo Belloch, provocando aplausos de los socialistas y abucheos de sus adversarios.

El ministro apeló a "razones de prudencia" para no hablar en su primera rueda de prensa, el pasado martes, de los polémicos documentos falsos. En concreto, se refirió al respeto a terceros países y a la juez instructora. Pese al cerco al que le sometió, no soltó ni un solo aspecto revelador de la trastienda de la operación que culminó el 28 de febrero con la captura.

Belloch contribuyó a crear un clima de película de espionaje, llena de misterio y oscuridad, cuando su palabra adquirió tonos apocalípticos al advertir a los diputados del PP: "Me austa que algún día alguno de estos señores pueda ser ministro de Justicia e Interior; ustedes son un riesgo público". Con semejante frase vino a aceptar que hay cosas que siempre deben permanecer ocultas en las cloacas del Estado. Y eso, en labios de un ministro que es juez de profesión, sonó raro.

Silencio de Estado

De nada valió el acoso al que la práctica totalidad de los grupos políticos sometió ayer al ministro de Justicia e Interior. Juan Alberto Belloch hizo oídos sordos a las preguntas sobre los intríngulis del caso Roldán. Se limitó a esgrimir jurisprudencia y teoría política, a veces en un tono agrio.Los interrogantes planteados por Xabier Albistur y Pilar Rahola, del Grupo Mixto; Ramón Camp, del Grupo Catalán; Rosa Aguilar, de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya; Emilio Olabarría, del Grupo Vasco; Francisco Álvarez Cascos, del Partido Popular, y Lorenzo Olarte, de Coalición Canaria, quedaron flotando en el cargado ambiente de la comisión, sin que Belloch aceptara dar respuesta a ninguno de ellos.

- ¿Actuaron los policías que fueron a Bangkok por orden de la juez o del Gobierno?

- ¿Quién era el misterioso intermediario entre Roldán y Belloch?

-¿Por qué renunciaron los policías españoles a filmar en vídeo al capitán Khan y al otro oriental que les entregaron a Roldán?

- ¿Tiene nacionalidad española ese desconocido intermediario?-¿Puede facilitarnos los números de fax a los que Interior envió el 22 de febrero su respuesta a las autoridades de Laos?

- ¿Qué diría el juez Belloch si se le hubiera presentado a posteriori este pastel?

-¿Por qué tardó 22 horas en entregar a la juez Ana Ferrer los polémicos documentos que luego se ha comprobado que eran falsos?

-¿Con qué detalle y en qué momento informó Belloch al presidente del Gobierno de la operación de captura de Roldán?

- ¿El Ministerio de Justicia e Interior acuerda con cualquier desconocido una operación de este calibre?

- ¿Con quién se carteó Belloch mediante fax?

-¿Por qué no habló con el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, para requerirle su colaboración?

- ¿Es que quiere ser Belloch triministro de Justicia e Interior y Asuntos Exteriores?

-¿Por qué no habla el ministro de Francisco Paesa?

-¿Ha sido el propio Paesa el intermediario de la operación Roldán?

-¿Ha habido algún pacto en la entrega del ex director de la Guardia Civil?

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