Todos a la Virgen Blanca
Vitoria se echa a la calle para celebrar con el Basikonia la Copa del Rey
La afición del Baskonia ofreció ayer un gran homenaje a su equipo, y los jugadores, técnicos y directivos hicieron lo propio con la afición. Un acto de admiración mutua de quienes son conscientes de que el uno sin el otro no hubieran hecho del baloncesto en Vitoria algo tan impresionante.La capital alavesa se rindió a los pies de todo un símbolo deportivo local, provincial y de toda la Comunidad Autónoma, y se emocionó con sus jugadores cuando la copa que se trajeron de Granada, la Copa del Rey, sobrevoló por encima de los miles de aficionados que colapsaron el centro. "Teníamos una deuda con vosotros y os la hemos traído", dijo Laso, el capitán del equipo, ante el delirio popular. "Os queremos mucho", concluyó el jugador en medio de un griterío popular unánime: "Pablo, no te vayas" El jugador interesa al Real Madrid.
El técnico, Manel Comas afirmó que el "próximo miércoles [el Taugrés juega la final de la Recopa con el Treviso] os traeremos la otra mitad de la deuda". Radunovic insistió: "Ni Barça, ni Madrid, Baskonia". La fiesta llegó al punto de que hasta el croata Perasovic y el estadounidense Green habla ron desde el balcón consistorial en euskera, ante el asombro y deleite de la hinchada azulgrana.
Manel Comas y sus jugadores llegaron en autobús hasta la zona peatonal del centro de Vitoria. El encuentro con la afición fue un cuerpo a cuerpo en el que rememorando las batallas más importantes contra los hombres fuertes de todos los equipos nacionales y europeos, los jugadores se abrieron paso entre una masa de gente que les tenía preparado un paseíllo de unos 100 metros.
"Esta noche, todos a la Virgen Blanca", se habían pasado el día arengando las emisoras de radio, y en una respuesta masiva miles y miles de seguidores del equipo se acercaron en deportiva procesión para ver y tocar a sus ídolos. No era para menos. Después de casi 25 años en la División de Honor el Baskonia pasó, por fin, como una apisonadora por Granada y se trajo la corona.
El integrante de un equipo médico transmitió desde la ambulancia a su centro de operaciones cuál era la situación minutos antes de la recepción, y la razón por la que pedía más ambulancias: "Se están concentrando más de 30.000 personas en la plaza de la Virgen Blanca y en los alrededores".
Y allí aguantaban el griterío el alcalde de Vitoria, José Angel Cuerda, el Diputado general de Alava, Alberto Ansola, y se esperaba al lehendakari José Antonio Ardanza, que tendría que abandonar la reunión de su Ejecutivo y un polémico debate sobre la autodeterminación para alabar la soberanía del Baskonia bajo los aros españoles.
El equipo llegó a Vitoria en autobús, alrededor de las 15.00 horas, rechazando la conexión aérea que les hubiera tenido esperando cerca de dos en Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.