Dimite un asesor de Fraga que adjudicó obras a una empresa fundada por su mujer

Daniel Barata, asesor del presidente de la Xunta de Galicia (PP), Manuel Fraga, anunció ayer su intención de dimitir tras descubrirse que durante su etapa como consejero de Cultura encargó proyectos de obras a una empresa de la que fue accionista su mujer. Barata asegura que no ha cometido ninguna irregularidad, pero se va, dijo, para no implicar a Fraga. Los socialistas añaden que el propietario de la empresa supuestamente favorecida transfirió un Mercedes a la esposa de Barata en la época en que realizaba proyectos para la Xunta.

La empresa Proyectos Atlas fue fundada en 1989 por la mujer de Barata, María Esther Martínez, y un amigo de ambos, Juan Manuel Ferreiro. Cuando Barata fue nombrado consejero de Cultura en 1990, María Esther Martínez. vendió sus participaciones en la empresa.Según el PSOE, entre 199: y 1993 casi la mitad de los proyectos adjudicados por Cultura se encargaron a Atlas. Además, esta empresa, en asociación con Construcciones Sol, propiedad también de Ferreiro, construyó otras 10 obras de ese departamento autonómico. Los socialistas aseguran que en total Atlas y Sol facturaron más de 1.000 millones por encargos de Cultura.

Barata -nombrado asesor del presidente de la Xunta tras abandonar la Consejería de Cultura en 1994- compareció ayer ante el Parlamento autónomo para. dar explicaciones sobre el caso y anunció que pedirá a Fraga que "prescinda" de sus servicios. Sin embargo, se encontró con una nueva denuncia del PSOE. El diputado socialista Manuel Vázquez exhibió un certificado de la Dirección General de Tráfico que prueba que en julio, de 1992 Ferreiro transfirió la propiedad de un Mercedes 300, valorado en 8 millones de p9setas, a la esposa de Barata. Este aseguró que no se trata de un regalo y que puede demostrar que pagó por su compra "mediante cheque bancario".

El asesor de Fraga defendió su gestión ya que, según dijo, la mayoría de los proyectos fueron encargados por los ayuntamientos donde se realizaban las obras y no por la Consejería. Añadió que los procesos de licitación se habían desarrollado legalmente. Sin embargo, declaró sentirse "condenado" de antemano al salir el caso en la prensa y justificó así su dimisión: "Lo hago para marcar la diferencia y para dejar claro que si algo está mal hecho políticamente, está mal hecho por este señor y no por el presidente de la Xunta".

En la misma sesión compareció el director general de Juventud, Santiago Camba, que encargó el proyecto de una obra de este departamento a su esposa, arquitecto de profesión. Camba se niega a dimitir ya que sostiene que no fue irregular que su mujer realizase ese proyecto porque la adjudicación no la hizo él directamente. Las explicaciones de Camba fueron replicadas por la oposición, que recordó que la ley prohíbe las relaciones comerciales con la Administración de familiares directos de los cargos políticos de cada departamento.