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FIN DE UNA HUIDA

Paesa llevó a su viejo socio a una cita trampa en Laos

Los 305 días de huida de Luis Roldán acabaron gracias a una cita trampa que le tendió su antiguo socio Francisco Paesa, el verdadero ingeniero del entramado que permitió huir al ex director general de la Guardia Civil y el hombre que le ha protegido durante su fuga.El traficante de armas internacional, que ya intervino en el desmantelamiento de la cooperativa de ETA Sokoa, ha vuelto a jugar un papel protagonista en la captura de su antiguo compañero de aventuras económicas. Paesa organizó un encuentro con Roldán en Laos para entregarle una cantidad indeterminada de dinero, pero la cita, con ayuda de las autoridades locales, se convirtió en un cepo.

Francisco Paesa, que mantiene boyantes negocios de tráfico de petróleo y armas con varios países europeos, asiáticos y africanos, ha sido algo más que el mejor hilo conductor hacia Roldán en la investigación que ha encabezado Juan Antonio González, responsable de la Brigada de Policía Judicial de Madrid. La poderosa red que tejió Paesa para sus negocios y los de Roldán ha servido de cobertura al prófugo.

Según las fuentes consultadas, parece confirmarse que Roldán ha estado oculto, en Argentina y, según todos los indicios, en uno o varios países del este de Europa. Paesa recala con frecuencia en Moscú, y tiene buenos contactos en Polonia. Su facilidad de movimiento en los países del antiguo telón de acero podría proceder de, su etapa como suministrador de armas en la guerra civil angoleña.

En la investigación sobre Roldán emergió muy pronto su estrecha relación con Paesa, con quien intentó colocar una partida de armas españolas en Angola. Incluso se descubrió una venta de varios inmuebles en la localidad madrileña de Somosaguas que supuestamente realizó Paesa en nombre de Roldán. El entramado internacional de empresas de Paesa, que ya fue investigado en relación con los GAL, ha sido usado por Roldán para blanquear grandes cantidades de dinero procedentes, aparentemente, de fondos reservados y comisiones ilegales por obras.

Tras la fuga del ex máximo responsable de la Guardia Civil, fupcionarios españoles contactaron con Paesa para plantearle un claro dilema: o colaboraba en la localización, o se investigarían sus negocios con todas las consecuencias. Hay un dato significativo del delicado trato que ha recibido el traficante de armas. En junio de 1994, meses después de la huida de su antiguo socio, la policía detecta que de las cuentas de Roldán en Suiza se han movido 1.500 millones de pesetas hacia España a través del Aresbank, donde trabaja como asesora jurídica una sobrina de Paesa. El dinero acaba siendo transferido hacia Singapur, en concreto hacia el Overseas Bank. Se utiliza una empresa como tapadera: Almeida Investment. El dinero viaja de Singapur a otro destino, y a otro, hasta que acaba recuperándolo Paesa. Este se encargó de informar a la policía española de que el dinero era suyo y no de Roldán, a quien se lo había prestado.

La no detención de Paesa ha causado malestar en el juez suizo Pierre Perraudin, que investiga al traficante de armas por irregularidades económicas en Suiza. Este magistrado tradujo su sospecha de que Paesa gozaba de la protección española en unas serias reticencias a colaborar con la juez Ana Ferrer, quien aún no ha recibido la información que solicitó hace casi un año sobre las cuentas de Roldán. La juez que instruye el caso Roldán imputa a Paesa los delitos de malversación y cohecho en connivencia con el ex director general de la Guardia Civil, aunque nunca le ha citado a declarar.

Al temer Paesa que su imperio económico fuese arruinado por su protección a Roldán, inició una intensa colaboración con la policía española que desembocó en un plan para la entrega. Así, tras ir trasladando al prófugo de país en país, Paesa le condujo a Laos con la promesa de entregarle fondos. En Laos Paesa tiene buenos contactos entre las autoridades locales, que se avinieron a detener a Roldán y conducirle a Tailandia. La policía española, a través de un complejo sistema de información, fue recibiendo recados de Paesa que daban pistas sobre el recorrido del prófugo más buscado por la policía española.

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