El camionero español buscado en Francia por un atentado de los GAL se entrega en Logroño
Miguel Brescia Guillem, el camionero español buscado por la justicia francesa por su presunta participación en el asesinato de dos personas en Bidarray en febrero de 1986 -acto reivindicado por los GAL-, se entregó el domingo a la Guardia Civil de La Rioja. Un acompañante del camionero, Manuel López González, fue también detenido, aunque ayer quedó en libertad. El juez se ha inhibido en favor de la Audiencia Nacional ya que la acusación contra Brescia es por un delito de terrorismo. El detenido durmió anoche en la cárcel de Carabanchel (Madrid).
Brescia Guillem se entregó voluntariamente en la tarde del domingo, en el puesto de la Guardia Civil de Fuenmayor (La Rioja), a 11 kilómetros de Logroño, tras conocer la noticia que publicó ese mismo día EL PAÍS y en la que se informaba de su búsqueda por las autoridades francesas. Brescia se entregó acompañado de Manuel López González.La detención, no obstante, no se produjo, según explicó la propia Delegación del Gobierno, a consecuencia de la orden de búsqueda cursada en el país vecino, ya que la Audiencia Nacional hasta el domingo no había dado ninguna instrucción en ese sentido, sino por tenencia ilícita de armas.
Tras el interrogatorio, la Guardia Civil registró el domicilio de los detenidos, del que no se ha conocido por el momento ni el lugar ni la localidad donde residían en La Rioja.
Hasta que el juez resolvió, Brescia y López estuvieron detenidos en el acuartelamiento de Ceniceros, desde donde el primero fue enviado a la cárcel de Carabanchel. Hoy será puesto a disposición de la Audiencia Nacional, según informaron fuentes de la Guardia Civil.
Los mismos medios indicaron que Brescia ya fue retenido e identificado el 17 de febrero en un control rutinario de carretera en La Rioja, pero inmediatamente quedó en libertad al no existir contra él ningún tipo de reclamación policial ni judicial.
Brescia ha declarado y reconocido ante la Guardia Civil que estaba en Francia el día 17 de febrero de 1986, fecha en que fueron asesinados el pastor Cristóbal Machicotte y la joven francesa Catherine Brion por disparos de un grupo de los GAL en Bidarray. El camionero español recuerda que estuvo con otros dos hombres, pero asegura que no intervino en el doble asesinato.
Brescia y López González fueron trasladados a las 12 de la mañana de ayer al juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Logroño, donde prestaron declaración por espacio de cuatro horas ante su titular, lldefonso Prieto García-Nieto, y el teniente fiscal Enrique Stern Briones.
Tras prestar declaración durante cuatro horas, Brescia y López González fueron sacados del juzgado a gran velocidad en un aútomóvil Renault5. Brescia, sería llevado a Madrid. López quedaría libre.
El objetivo de la acción criminal realizada por los GAL en Francia e 1986 no eran Machicotte y Brion, sino un grupo de refugiados vascos que residían en una casa próxima a las inmediaciones de donde fueron asesinados el pastor y la estudiante.
Una pistola de fogueo
Según Manuel López González, su amigo Brescia arrojó a las aguas del río Ebro una pistola, pero era de fogueo. Brescia es natural de la localidad valenciana de Gavarda y parte de su familia reside actualmente en la de Bellús.
En los ordenadores de la policía no existe ningún tipo de antecedente ni reclamación judicial sobre Brescia, según ha podido confirmar EL PAÍS, pese a que las autoridades francesas aseguran que tienen reclamada su detención por una de las últimas acciones imputables a los Grupos Antiterroristas de Liberación.
Dos hermanas de Brescia han declarado al diario Levante que no sabían nada de éste desde hace dos años, fecha en la que sufrió un grave accidente de carretera. Ambas pidieron a la justicia que "encierre" a Miguel si está implicado en el crimen que se le atribuye. Las mujeres señalan que Brescia "tenía la cabeza perdida".
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