Ángel Pérez busca escudo en una abogada de 31 años
Fue la revelación de la jornada. En pocos minutos pasó de ser el futuro número dos y escudo del candidato Ángel Pérez a la Comunidad de Madrid, a regresar a su puesto original en el 29 de la lista, con pocas probabilidades de salir elegida, y luego subió hasta el 16, para cubrir un hueco dejado por otra compañera, para apalancarse, finalmente, en la segunda opción de la candidatura. Virginia Díaz vivió ayer un día exitoso, pero tenso. Tiene sólo 31 años, pero no se considera joven. Ejerce en un despacho la abogacía. Lleva ocho años militando en la agrupación de Tetuán y procede del PCE y de movimientos sociales como SOS Racismo.Virginia Díaz era una persona claramente situada hasta ayer en el sector ortodoxo o duro de IU, que encabeza Susana López, precisamente la dirigente que ha pasado a sustituir. Ayer renegó de las ideas manifestadas por López, opinó que en el asunto de las cuotas del 35% se ha montado un falso debate de "feminismo manipulado", y dijo que ella no ha cambiado de opiniones, pero que ahora las discutirá en los órganos de dirección del partido y en el futuro en el grupo parlamentario.
Los ortodoxos son en IU teóricamente los más reacios a pactos con el PSOE. La mayoría que controla ahora la organización es favorable a esos pactos, como se de mostró el pasado verano con el acuerdo programático suscrito por el secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM), Jaime Lissavetzky, y el coordinador general de IU Madrid, Ángel Pérez. Virginia Díaz aventura que si en el futuro se produce un pacto de izquierdas en la Comunidad acatará lo que acuerde la dirección de IU.
El resto de la lista de la Comunidad es prácticamente toda ya del sector mayoritario tras los abandonos de los diputados renovadores. Casi todos son nuevos, además, en las lides políticas institucionales. La número 10, Marina González Izquierdo, en la fotografía de portada de este suplemento, intervino en este sentido durante el debate de ayer reclamando una oportunidad para las personas supuestamente con menos formación, pero con más de 20 años de feminismo de base y de trabajo con los marginados. Marina González aseguró haber recibido llamadas dándole "hostias por todos los lados" por aceptar el puesto. "Se te quitan las ganas de ser política", confesó antes de pedir perdón por su tosquedad dialéctica "de novata".
Ángel Pérez defendió las listas compuestas ayer como buenas e integradoras, e Isabel Vilallonga las criticó por abundar en los defectos de las anteriores.
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