El Parlamento gallego pide seis años de prisión para La Dama del Atlántico
Con su inseparable y gigantesca pamela, Karina Falagan, La Dama del Atlántico, revolucionó ayer los pasillos de la Audiencia de La Coruña. Esta fraguista de corazón, ex militante del PP y ex propietaria de un distinguido club, nocturno de Vigo, compareció a juicio acusada de agredir en julio de 1993, en el bar del Parlamento gallego, a la entonces diputada socialista Rosa Miguélez, que la había llamado "prostituta". El fiscal pide para Falagan 60.000 pesetas de multa y 30.000 de indemnización. La Cámara autónoma, seis años de cárcel.
Karina Falagan mantuvo durante años calurosas relaciones con la élite del PP gallego, a cuyos congresos asistía siempre en lugar preferente. La agresión a Rosa Miguélez espantó a sus viejas amistades, por lo que hace tiempo decidió pedir la baja como militante antes de que la echasen. Ayer nadie quiso salir con ella en la foto. No comparecieron como testigos ni el consejero de Interior de la Xunta Juan Miguel Diz Guedes (declaró por escrito), ni el alcaldable del PP por Vigo Manuel Pérez, ni siquiera la ex parlamentaria agredida.También delegó su presencia en una compañera de despacho el abogado elegido por el Parlamento gallego, José Luis Rodríguez, hermano de la esposa de Luis Roldán. Fue una decepción para Karina porque minutos antes de entrar a la sala ya había convertido el parentesco de su acusador en un formidable argumento defensivo. Comoquiera que en sus conclusiones iniciales, después corregidas, el representante del Parlamento pedía otros seis años de destierro por un delito contra los altos organismos del Estado, la procesada estaba dispuesta a proponer que la canjeasen por Roldán "a ver si así devuelve la pasta que le robó a los huérfanos. de la Guardia Civil"."Se me fue la mano"
Los hechos juzgados ayer se de sencadenaron por unas declaraciones de Miguélez, mientras un agitado debate parlamentario había recordado la militancia en el PP de la "prostituta" Falagan. Días después, ésta se presentó en la Cámara gallega, encontró a Miguélez tomando un café y a pesar de que tenía un brazo escayolado le pegó dos bofetadas. "Me miró con cara de asco", declaró la acusada en la vista, como si fuese un piojo. Se me cruzó el cable y, como gesticulo mucho, se me fue la mano. Parece que le cayó una oblea jacobea. Pero no quise darle, porque si quisiera, con la fuerza que tengo...".
Karina no se dejó intimidar por la adustez de la Audiencia coruñesa. Con un desparpajo inaudito, ilustró al tribunal sobre la impresión que le había causado su visita al Parlamento: "Eran las once de la mañana y al ver tanta gente me dije: 'Caray, cómo se trabaja aquí'".
El fiscal Luis García Malvar no pareció muy complacido con el espectáculo ya que reprochó a la acusación particular que hiciese "perder el tiempo" a la Audiencia con unos hechos que, según él, podrían haberse dirimido en un juicio de faltas. Pero la abogada de la Cámara autónoma, Blanca Morgade, se ratificó en que se trata de un atentado contra una parlamentaria en ejercicio de sus funciones, por lo que pide seis anos y un día de prisión. Falagan se despidió piropeando al tribunal: "Seguro que me hacen ustedes justicia porque son unos caballeros".
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