El Gobierno italiano sube el teléfono y la gasolina con el objetivo de reducir el déficit público un 13%

La defensa de la lira, en permanente caída desde hace dos semanas, cuenta desde ayer con una nueva arma. El Gobierno de Lamberto Dini aprobó, en efecto, un plan de ajuste económico orientado a recortar el déficit público de este año en unos 20 billones de liras (cerca de 1,6 billones de pesetas), a fin de contener esa variable en la cifra de 138 billones de liras, que estabiliza el déficit en el 8% del Producto Interior Bruto (PIB). La mayor parte del recorte proviene de una modificación del IVA, que afectará notablemente al teléfono, y de la subida del impuesto sobre la gasolina.Los mercados parecieron acoger el plan favorablemente, ya que la lira se recuperó algo, pasando de 1.100 a 1.094 frente al marco, en cuanto se confirmó que el Gobierno lo aprobaría, y aún subió algunas décimas mas cuando Dini expuso las medidas. No obstante, luego volvió a perder terreno -y a cambiarse a 1.100 unidades por marco- ante la influencia negativa de la apertura de la bolsa de Nueva York.

Sobre el plan de ajuste pesa, sin embargo, la duda que mantienen Silvio Berlusconi y sus aliados de si será aprobado o no en el Parlamento, fundamentalmente con el objetivo de aprovechar la difícil situación actual para forzar la convocatoria de elecciones anticipadas. Berlusconi critica las medidas de Dini por insuficientes y basadas en el aumento de la presión fiscal.

Más de las tres cuartas partes del recorte del déficit provendrán, de hecho, de aumentos de impuestos y sólo un cuarto de reducciones del gasto derivadas, sobre todo, de desplazamientos y reorganizaciones de empleados públicos que, más que operaciones de ahorro sustancial, son recursos contables.En cuanto a los 15 billones de nuevos ingresos previstos, unos 8,7 billones resultan de subidas de impuestos indirectos y los 6,3 billones restantes de subidas de impuestos directos. Entre las primeras, destaca la subida de 110 liras en el litro de la gasolina, que, en el caso de la súper, costaba ya 1.780 liras, una de las más caras del mundo. El otro gran capítulo es una subida del 6% de todas las llamadas telefónicas no comerciales, encuadrada en el marco de una reorganización de las tablas del IVA -que baja, por ejemplo, en el caso de las -carnes rojas y los fármacos- que Dini presentó como "un paso decisivo en la armonización del sistema italiano con el de la Unión Europea".

Suben, además, las cuotas de la sanidad pública para los trabajadores autónomos, mientras que, por lo que se refiere a los impuestos directos, destaca el aumento de un 1 % en el de sociedades y la introducción de un anticipo del 35% del impuesto sobre el patrimonio neto de las empresas. Completa el cuadro de medidas una moratoria sobre el impuesto de circulación de vehículos que permitirá a los atrasados regularizar su situación mediante el pago de una multa. El Gobierno espera recaudar casi 1,2 billones de liras con esta última medida. El plan de ajuste tiene la forma de decreto-ley, que permite su aplicación inmediata aunque decaería si el Parlamento no lo transformara en ley en el plazo de 60 días.

Para algunos analistas, Dini se queda corto en el ajuste. La agencia internacional de calificación de riesgo IBCA asignó ayer a Italia un rating de AA- a las obligaciones en divisa extranjera por "las incertidumbres políticas que rodean la consolidación fiscal italiana", además de considerar insuficiente la reducción del déficit en 20 billones de liras.