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Los republicanos estadounidenses piden explicaciones por el crédito

Antonio Caño

El presidente del comité de Banca del Senado norteamericano, Alfonse D'Amato, un implacable detractor del crédito concedido a México, anunció ayer que ese comité celebrará el próximo mes de marzo audiencias para juzgar la decisión del presidente Bill Clinton de utilizar un fondo del departamento del Tesoro para acudir en rescate de la economía mexicana.En la misma sesión parlamentaria, el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, defendió la decisión de Clinton y aseguró que no existían muchas alternativas para actuar de una manera diferente a lo que hizo Estados Unidos. Los secretarios del Tesoro de México y Estados Unidos flirmaron el martes en Washington un acuerdo para la inmediata utilización de un crédito norteamericano de 20.000 millones de dólares para el Gobierno mexicano.

Clinton decidió ese crédito por decreto después de manifestarse incapaz de ganar respaldo parlamentario para un crédito mayor. Para ello, Clinton utilizó un llamado fondo de estabilización del tipo de cambio, un semidesconocido recurso del Departamento del Tesoro, para financiar la iniciativa.

Ahora, D'Amato y otros congresistas republicanos dudan de la legalidad y la eficacia del paso dado por el presidente, y pretenden que la Administración explique en el Capitolio su decisión, lo que puede poner en problemas políticos a Clinton, ya que el crédito a México es impopular en este país.

Problemas para Clinton

"Estoy particularmente preocupado de que el plan del presidente obligue a Estados Unidos a una relación mucho más intervencionista con México", declaró D'Amato. Greenspan manifestó que el grado de involucración norteamericana en la economía mexicana será mucho menor con el plan firmado el martes que con el que originalmente presentó el presidente. Por su parte, el presidente mexicano, Ernesto Zedillo, aseguró que ese, respaldo financiero no tiene condicionantes económicos o políticos.

En su informe ante el comité de Banca, el presidente de la Reserva Federal dijo también que las perspectivas económicas para 1995 muestran que "la expansión está comenzando a debilitarse para llegar a un punto de crecimiento sostenible", pero advirtió que todavía no han desaparecido por completo los síntomas inflacionistas que llevaron al banco central norteamericano a subir los tipos de interés siete veces consecutivas en el último año.

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