Calma en Chechenia mentras Moscú se niega a negociar con Dudáiev

El primer día después de expirado el alto el fuego en Chechenia entre las fuerzas federales rusas y los combatientes leales al presidente rebelde, Dzhojar Dudálev, transcurrió sin mayores enfrentamientos, aunque nadie parece dudar de que se trata de la calina que precede a la tormenta. Moscú se niega categóricamente a negociar con Dudáiev, y, por tanto, mientras éste continúe al mando de los guerrilleros chechenos no puede haber negociaciones políticas.

Sólo esporádicos tiroteos hubo ayer en Chechenia, según el Ministerio del Interior ruso, que especificó que las tropas no realizaron operaciones importantes. Los chechenos dijeron que el domingo atacaron las posiciones rusas en el complejo petroquímico de Grozni. Según los rebeldes, el ataque -en el que capturaron tres blindados- fue lanzado como "medida de respuesta por el bombardeo artillero hecho por los rusos el día anterior".La no renovación del alto el fuego, decidida por los rusos el domingo, no cogió por sorpresa a Dudáiev. "Nunca creí en el resultado de las conversaciones con Rusia a nivel de comandantes", porque ellos "no resuelven nada", declaró al diario estonio Postimees. "A nivel de comandantes no se puede terminar una guerra", señaló el general rebelde, que sirvió en Estonia antes dé retirarse del Ejército soviético. Dudáiev insistió en que la crisis creada se puede resolver sólo por la vía pacífica y declaró su disposición a negociar "con cualquiera que tenga poder".

Mientras tanto, en Moscú, ayer se celebró la primera reunión de la Comisión Investigadora sobre Chechenia creada por la Duma Estatal (la cámara baja del Parlamento), calificada de anticonstitucional por el presidente Borís Yeltsin.