_
_
_
_

El Rey reanuda su actividad con el brazo escayolado tras la caída de Candanchú

El rey Juan Carlos, con su antebrazo derecho escayolado y en cabestrillo, mantuvo ayer su programa de actividades, incluidas las audiencias en el Palacio de la Zarzuela. Tras el accidente que sufrió el domingo en Candanchú, que le causó una fisura en la región próxima a la muñeca, el Rey deberá permanecer escayolado seis o siete semanas, pero la lesión no le impedirá mantener sus actos oficiales. las previsiones médicas no varían, don Juan Carlos estará aún con el brazo inmovilizado el día la boda de la infanta Elena, el 18 de marzo.

La primera aparición pública del Rey con el brazo escayolado se produjo por la mañana, en la audiencia que concedió al embajador de Estados Unidos en España, Richard Gardner, que encabezaba una delegación de embajadores estadounidenses acreditados en diversos países organismos europeos. El grupo de diplomáticos norteamericanos estaba integrado por los embajadores ante la Unión Europea, la OCDE, Francia, Rusia, Alernania e Italia, así como por el subsecretario de Estado para Europa y Canadá. Sonriente y con buen ánimo, el Rey restó importancia a la le sión cuando el embajador Gardner se interesó por el accidente, y se disculpó por tener que saludarles con la mano izquierda. Don Juan Carlos, a quien acompañaba la Reina, sujetaba su brazo escayolado con un pañuelo vino burdeos y saludó con es pecial afecto al embajador esta dounidense en Italia, Reginald Bartholomew, quien durante al gunos años ocupó la representa ción de EE UU en Madrid.

El accidente del Rey en Candanchú, donde asistía a la inauguración de la Universiada, ocurrió a la una y media de la tarde, cuando volvía de esquiar y resbaló en una placa de hielo. A su regreso a Madrid, fue atendido en la clínica Puerta de Hierro, donde se le le inmovilizó el ante brazo con escayola.

Su lesión se puede calificar de "típica" en el contexto del esquí, al producirse habitualmente al resbalar como consecuencia del hielo y la casi nula adherencia de las botas empleadas para la práctica del deporte blanco. El jefe del Estado no pudo mantener el equilibrio cuando ya, con los es quíes al hombro y los bastones de apoyo en la mano derecha, se disponía a poner fin a la jornada deportiva e iniciar su actividad institucional con. motivo de los Juegos Mundiales Universitarios de Invierno, que se desarrollan en los valles altoaragoneses.

El monarca resbaló en la escalera qué ascendía hasta las oficinas de la estación de Candanchú y su única posibilidad de apoyo fue la mano derecha, que tenía ocupada por los palos. Al cargar todo el peso en la muñeca, se produjo, según los especialistas en medicina deportiva, el clásico sobresfuerzo y la consiguiente fisura en la zona.

Tras recibir una primera atención médica en el botiquín de la estación invernal, el Rey acudió a los actos protocolarios de la Universiada-95. La lesión no debería revestir más complicaciones que el resentimiento de la zona al apoyarse con. fuerza o cargar pesos con la mano afectada. Así se justifica el hecho de que don Juan Carlos no aplaudiera durante la exhibición de los patinadores en el palacio de hielo de Sabiñánigo, o que lo hiciera palmeando con la mano izquierda en la pantorrilla.

El Rey también saludó al público exclusivamente con la zurda, aunque nadie diera importancia entonces a estos hechos, ni se comentara la posible lesión hasta que el jefe del Estado fue atendido en Madrid a última hora de la noche del domingo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_