Prótesis de uretra para tratar tumores de próstata
La colocación de una pequeña prótesis, con anestesia local, para evitar la obstrucción de la uretra en los adenomas (tumores benignos) de próstata es una alternativa eficaz para algunos pacientes mayores que no pueden someterse a una operación quirúrgica convencional. El 30% de las intervenciones urológicas en España está relacionado con los adenomas de próstata. La implantación de una prótesis podría beneficiar aproximadamente al 10% de los afectados, según Carlos Hernández, jefe del servicio de Urología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, que organizó la semana pasada un curso sobre este tema, para especialistas de toda España."Las prótesis están indicadas en los casos en que, o bien por la edad avanzada del paciente, o bien por problemas con la anestesia en edades más jóvenes, no es posible una intervención quirúrgica anestesia general", explica este especialista. Este tipo de pacientes debían utilizar hasta ahora, en muchos casos, una sonda permanente para poder orinar con normalidad, lo que suponía riesgo de infecciones, formación de cálculos, además de tener que cambiarla periódicamente.
Orina normal
Mediante endoscopio y con anestesia local (lo que permite que el propio paciente colabore en su colocación), se introduce la pequeña prótesis en la uretra (el canal por el que se evacúa la orina) hasta la zona ocluida por el crecimiento anormal de la próstata. Una vez colocada, se abre, permitiendo que permanezca libre sólo la zona obstruida, sin afectar al resto del conducto, con lo que el paciente puede orinar normalmente, desde el primer momento, y sin problemas de incontinencia. La prótesis no necesita recambio.
El servicio de Urología del Gregorio Marañón ha colocado unas 20 prótesis de este tipo en los dos últimos años. La intervención podría hacerse incluso de forma ambulatoria, aunque de momento se mantiene al paciente hospitalizado al menos 124 horas.
La prótesis mide entre dos y cuatro centímetros de largo y un centímetro de ancho y está fabricada con aleaciones de cromo, cobalto y acero o de níquel y titanio. "El crecimiento de los adenomas es muy lento y hasta el momento todos los pacientes que hemos intervenido han dado muy buenos resultados. Evidentemente, es muy temprano todavía para saber si tal vez después de muchos años, en pacientes jóvenes, podría producirse una nueva obstrucción de la uretra", añade Hernández.
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