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CRISIS POLÍTICA

González asegura que no dimitirá en un momento de dificultad como el actual

ENVIADO ESPECIAL En serio y en broma, Felipe González aseguró ayer que no dimitirá, y menos aún, dijo, en un momento de dificultad como el que atraviesa tras el encarcelamiento de Rafael Vera y Ricardo García Damborenea. Á aquellos que, según él, condenan de antemano a los dos reos, les acusó de in fringir un principio básico del Estado de derecho: la presunción de inocencia. Sus adversarios, añadió, "politizan la justicia, hacen juicios paralelos y, naturallmente, sacan consecuencias sin dar el derecho a defenderse a los ciudadanos".

Al término de su primera visita a Nicaragua como jefe del Gobierno español, González ofreció ayer un a conferencia de prensa conjunta con la presidenta Violeta Barrios de Chamorro, que se deshizo en elogios a su huésped al que describió como el padrino de los nicaragüenses. A continuación, González inició su viaje de regreso a Madrid, tras ocho días de ausencia. Tiene previsto llegar hoy a las 10.30. El titular de Asuntos Exteriores, Javier Solana, empieza hoy una visita de trabajo a México.Tras pedir excusas a su anfitriona por hablar de asuntos internos españoles, González contestó a una periodista que le había preguntado por su posible renuncia: "Hace mucho tiempo que usted tiene la esperanza de que yo dimita ( ... )", pero precisó que no lo hará en un momento de dificultad. "A lo mejor dimito por otra causa", añadió antes de aclarar que esta última frase había sido una broma. "No pierdan ustedes el sentido del humor", dijo dirigiéndose a la prensa.

"Hacer imputaciones o presunciones contrarias a la presunción de inocencia es vulnerar el Estado de Derecho", prosiguió en una alusión a todos aquéllos que, según él, condenan por adelantado a las personas enviadas a la cárcel por orden de Garzón. "El Gobierno tiene la obligación de defenderlo con todos los medios, y los medios [de comunicación] tienen también la obligación de defenderlo".

¿Comparecerá en el Parlamento para explicarse sobre el caso de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) como se lo ha vuelto a solicitar la oposición? Recordó primero que acude al Congreso cada miércoles. Ese día no va a eludir las preguntas salvo que "al cabo de dos o tres semanas" descubra que hay una campaña intencionada contra él "y no un interés por escuchar la respuesta". "Entonces las contestará cualquier otro miembro del Gobierno".

Lamentó que, cuando se produjo la reforma del reglamento de la Cámara baja, no se alcanzase un acuerdo con la oposición para poder organizar en la sesión de control debates periódicos entre él y el presidente del Partido Popular (PP), José María Aznar. "Algunos responsables de la oposición quieren eludir la responsabilidad de dar la cara en un debate con el presidente del Gobierno", ironizó.

A propósito de Aznar, reiteró que el 30 de enero le propuso acordar un calendario político-electoral, pero la conversación no prosperó y "no hubo señalamiento de fechas". "En los diarios españoles he visto infórmaciones", sobre la entrevista que mantuvo con el líder de la oposición, "que se corresponden poco a la verdad".

El suplicatorio de Guerra

González se resistió a contestar, por último, una pregunta sobre cuál sería su actitud si el juez Marino Barbero pidiese el suplicatorio para el vicesecretario general socialista, Alfonso Guerra, por su implicación en el caso Filesa. "Preferiría contestar a las preguntas cuando las hipótesis se den", respondió. "Con la ley en la mano me parece un despropósito de gran magnitud" una solicitud de estas características. "Si se produce la respetaré esté o no de acuerdo", concluyó.

No se mostró dispuesto a acceder a la petición de los 26 españoles cuyas propiedades, valoradas en 5.200 millones de pesetas, fueron confiscadas en Nicaragua por lbs sandinistas. Éstos le había solicitado el viernes que condicionase la ayuda española a la solución satisfactoria de sus revindicaciones. Acceder a ello equivaldría a "castigar el pueblo nicaragüense y no a su Gobierno". Ello no obsta para que cumpla pon 511 obligación de "defender los intereses de los españoles estén donde estén", y en este caso cree poder contar con la buena voluntad de Chamorro.

Con su anfitriona González no habló de la presencia de etarras en Nicaragua, algunos de ellos con nacionalidad nicaragüense. "No hay motivo para ello", afirmó, y Chamorro se apresuró a explicar que todos ellos "ya se fueron del país".

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