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La lluvia de millones para los, teatros privados llega con tres años de retraso

Más de 1.600 millones para frenar una muerte lenta, la de los escenarios privados de Madrid. El Consorcio para la Rehabilitación de, Teatros (formado en 1993 por el Ministerio ¿le Cultura, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid) y el Banco Exterior de España firmaron ayer un convenio para destinar 1.500 millones a créditos blandos que permitan a los empresarios de la capital rehabilitar sus salas. Esto ocurre tres años después de que se anunciara la iniciativa de ayudar a las salas. En este tiempo, tres teatros (el Cómico, el Príncipe Gran Vía y el Real Cinema) han dejado de funcionar. A esa cantidad hay que añadir otros 150, millones anuales en concepto de ayudas a fondo perdido (que pueden emplearse para pagar los intereses del préstamo). Los dueños de escenarios cerrados tendrán también la oportunidad de acogerse al programa para reabrir sus recintos.Modernizar las infraestructuras se considera. el primer paso para llenar los patios de butacas, que se han ido quedando desiertos, están cerrados, o han cambiado de uso, en otros casos: hay discotecas que antes fueron recilitos de arte escenico, por ejemplo. Dos décadas atrás, Madrid tenía 26 teatros privados, la mayoría de gran aforo: las salas pequeñas no alcanzaban la media docena. Ayer, en la cartelera de la Capital figuraban 22 espacios escénicos, de los que ocho corresponden a pequeños recintos con programación más o menos alternativa.

Ahora se pretende frenar esta cascada de desapariciones y reconversiones. Pero se arrstra un potable retraso: la iniciativa empezó a barajarse en 1992. Aquel año, precisamente el de la capitalidad europea de la cultura, Madrid perdió su Festival Internacional de Teatro, que cofinanciaban la Comunidad y el Ministeriode Cultura.

A cambio de la desaparición se aseguró que el presupuesto de ese acontecimiento teatral, 150 millones, se destinaría a la rehabilitación de salas. Pero el proyecto no se concretó en 1992 y el capítulo del festival de teatro desapareció de los presupuestos.

"En 1993 se pudo avanzar poco, porque sólo la Comunidad tenía dinero" explica el gerente del Centro de Estudios y Actividades Culturales del Gobierno regional, Carlos Jiménez. Ese año, la Consejería de Cultura dedicó 25 millones de pesetas a ayudar a tres salas: Alfil, Marquina e Infanta Isabel.-

Hubo que esperar hasta el otoño de 1993 para que las administraciones central, regional y municipal aprobarán finalmente el Consorcio de Rehabilitación. Pero aún quedaba bastante camino por recorrer: el convenio no se firmó hasta abril de 1994. Cada una de las tres partes integrantes se comprometía a aportar 50 millones anuales para la rehabilitación de teatros. Este dinero se destinará a las salas como ayudas a fondo perdido.

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Los empresarios acogen las ayudas con satisfacción, aunque algunos lamentan el importante retraso

VIENE DE LA PÁGINA 1"Es cierto que se ha tardado, pero no ha sido fácil poner a tres administraciones de acuerdo. También ha habido que negociar con los productores teatrales y con los dueños de los locales. Igualmente hemos s frido problemas burocráticos señala el responsable de teatro de la Comunidad, Carlos Jiménez.

Ayer, 10 meses despué de su puesta en marcha, el consorcio firmó con el Banco Exterior de España el convenio de colaboración para el establecimiento de una línea de financiación destinada a la rehabilitación y la modernización de equipamientos de los teatros de Madrid capital.

Se dedicarán a ello 1.500 millones de pesetas. Los créditos podrán cubrir hasta el 80% de la inversión. Los solicitantes (propietarios o explotadores de las salas) deberán devolver los empréstitos en un plazo máximo de cuatro años. El tipo de interés será el medio del registrado en el mercado interbancario de Madrid (Mibor) más 0,75%.

A fondo perdido

Las ayudas a fondo perdido del consorcio (150 millones anuales) podrán emplearse precisamente para pagar los intereses del crédito, con lo cual los empresarios sólo deberían devolver el principal prestado por el banco. Los interesados deben presentar la solicitud antes de final de este mes.

"Es un paso para que las salas convencionales y no convencionales puedan emprender obras de seguridad y de mejora de su aspecto exterior", manifestó la concejal de Cultura, Esperanza Aguirre, tras la firma del convenio.

El consejero de Educación, Jaime Lissavetzky, señaló que la medida ayudará a paliar la crisis del teatro, "uno de los sectores más afectados por el auge del audiovisual". Madrid debe conservar su acervo escénico y la Comunidad está dispuesta a ello.

La puesta en marcha de ayudas y créditos auspiciada por el consorcio ha provocado opiniones diversas entre los responsables de las salas privadas de teatro de la capital.

"No son tan golosos"

"Los teatros privados tenemos costumbre de sacarnos las castañas del fuego. Se han dado muchas ayudas al cine y a nosotros nos han dejado de la mano de Dios. En este gremio estamos acostumbrados a que las ayudas lleguen tarde, mal y nunca", señalaba ayer el gerente del teatro Alcázar, Carlos Lozano. Su sala aún no ha decidido si solicitará el árnica que ahora plantea el consorcio.

"Los créditos que ofrecen no parecen ni tan golosos ni tan baratos. Ya nos cuesta pagar la nómina... Como para meternos en prestamos", decía ayer el gerente de otra veterana sala que pidió anonimato.

Carlos Romay, director del teatro Alfil (sala que recibió nueve millones de la Comunidad en 1993 para insonorizar el recinto), lamentaba el retraso, pero se alegraba de la puesta en marcha de las ayudas.

"Tenían que haberlo hecho hace dos años, pero en fin, también podían haber tardado dos años más en hacerlo. Es un buen remiendo, pero no la solución definitiva". Según Romay, "habrá salas que ni siquiera puedan pedir el crédito". El Alfil piensa aprovecharlo.

El presidente de la Asociación de Empresarios de Teatro, Alejandro Colubi, se mostraba satisfecho con la línea de ayudas, aunque también acusaba un cierto retraso. "Llegan un poquito tarde y a lo mejor los créditos no son tan blandos como deberían, pero Son un respiro y hay que estar agradecidos", afirmó.

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